Italia comenzó a implementar las medidas extraordinarias decretadas por el Gobierno para tratar de frenar la expansión del coronavirus y que incluyen el bloqueo de la región de Lombardía y de otras 14 provincias pero también numerosas restricciones en todo el país.
Algunas de estas extraordinarias normas se pusieron en práctica enseguida, como el cierre de museos, cines o lugares turísticos por toda la geografía italiana -los colegios ya estaban cerrados desde la semana pasada- pero no así el aislamiento total de las “zonas rojas” del norte.
A lo largo del día, el tráfico por carretera, ferrocarril y aéreo entre la capital lombarda, Milán, y Roma y otras partes del país no se interrumpió, mientras varias regiones del sur anunciaron que se impondrán cuarentenas a todas aquellas personas que lleguen de las zonas prohibidas.
El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, firmó la pasada madrugada el decreto con el que se quiere luchar contra la imparable difusión del coronavirus, que ya ha causado 233 muertos y más de 5 mil contagiados y ha convertido a Italia en el principal foco europeo.
La norma aísla prácticamente y paraliza una zona que incluye toda la región de Lombardía y otras 14 provincias italianas del norte: Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Rimini, Pésaro-Urbino, Venecia, Pádua, Verbano-Cusio-Ossola, Treviso, Vercelli, Novara, Asti y Alessandria, y donde viven en total 16 millones de personas.
La medida más extrema es la que prohíbe entrar o salir de ese territorio, excepto para comprobadas exigencias laborales o extraordinarias como motivos de salud.
Y entre otras se alarga en estas zonas el cierre de guarderías, colegios de todos los niveles y universidades tanto públicas como privadas hasta el 3 de abril, y también se cierran gimnasios, piscinas, estaciones de esquí, centros culturales, discotecas, teatros, cines, pubs.
Se suspenden todas las manifestaciones públicas y competiciones deportivas, excepto aquellas de profesionales que se tendrán que realizar a puerta cerrada, y se prohíben bodas y funerales.
Se mantienen abiertos bares y restaurantes hasta las 18.00 horas, pero manteniendo un espacio de al menos un metro entre las personas.
Y para el resto de Italia se refuerzan las medidas ya aprobadas, como el cierre de colegios, y se cierran también los teatros, cines, museos y monumentos.
En Roma, como en toda Italia, los principales monumentos y museos cerrarán hasta el 3 de abril, en cumplimiento del decreto extraordinario.
El Coliseo, la Colina Palatina, los Foros, las termas de Caracalla, el Panteón, los Museos Vaticanos…colgaron los carteles de cerrado en medio de la decepción de los (pocos) turistas que aún pasean por la ciudad eterna, al igual que en muchos otros destinos de Italia, como las ruinas de Pompeya junto a Nápoles.
Sin embargo, el cerrojazo a las regiones más afectadas por el coronavirus -incluidas por el gobierno en la nueva zona roja ampliada- no se cumplía este domingo.
Los trenes entre Roma y Milán siguen circulando por el momento, al igual que los vuelos entre ambas ciudades.
En la estación de Termini, en la capital italiana, siguen llegando los trenes de Milán y también saliendo hacia allí, como ha podido comprobar Efe.
Los pocos viajeros que han llegado desde la capital lombarda no han sido sometidos a ningún tipo de control y la estación aparece con mucho menos público del habitual.
En el aeropuerto de Fiumicino, el principal de Roma, también se observa muy poco movimiento de pasajeros pero de los cuatro vuelos programados para esta mañana desde Milán Linate solo uno fue cancelado, mientras los otros aterrizaron prácticamente vacíos.
Siguen saliendo los vuelos hacia destinos del norte, como Milán o Venecia y los vuelos internacionales programados están operando con normalidad.
El aeropuerto milánes aparecía hoy semivacío y con muy poco movimiento de personas, según los medios italianos, y había pocos vuelos cancelados, casi todos de Alitalia, uno con destino a Roma, otro hacia Perugia y otros para Francfort, Bruselas y Londres, pero sí está previsto que salga otro vuelo a Londres de British Airways.
Tras filtrarse la norma en la tarde-noche del sábado, antes de su firma, numerosas personas se lanzaron a tomar los últimos trenes de la noche que salían de la estación de Milán.
El Intercity que partió de Milán ayer por la noche a las 21.34 llegó esta mañana a Nápoles con más de 4 horas de retraso debido a los controles realizados en el tren en cumplimiento de la ordenanza del presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca.
Y a primeras horas de hoy, la estación de autobuses de Milán de donde salen los autobuses a toda Italia y al exterior estaba repleta de extranjeros que querían regresar a su país y estudiantes que deseaban volver a sus casas.
Las regiones meridionales de Campania, Apulia y Sicilia han establecido cuarentenas y el aislamiento domiciliario para aquellas personas que llegan de las áreas afectadas por el decreto.
Les hablo como si fueran mi hijos, mis hermanos, mis nietos: paren, vuelvan atrás. Bájense en la primera estación de ferrocarril, no tomen aviones hacia Bari y Brindisi, regresen con los autos, bajen del autobús en la próxima parada”, escribió el presidente de Apulia, Michele Emiliano, en su Facebook.
“Están trayendo a los pulmones de sus hermanos y hermanas, sus abuelos, tíos, primos y padres el virus que ha devastado al sistema de salud del norte de Italia”, añadió.
En la ciudad meridional de Salerno se ha activado un servicio a la llegada de autobuses y trenes que vienen de la zona roja, donde se identifica y somete a controles de salud y cuarentena obligatoria a los pasajeros.