La desigualdad salarial en el país es una realidad confirmada por las cifras: las mujeres tendrían que trabajar dos meses más al año, o cinco días más por mes, para tener el mismo salario promedio que los hombres, según cifras del Observatorio de Trabajo Digno de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza .
De acuerdo con información de la organización, las mujeres ganan en promedio 5,029 pesos, mientras que los hombres 5,825 pesos en promedio por mes por una jornada completa, lo que significa una brecha salarial de 797 pesos.
“Sin duda estamos en un momento político en el que las desigualdades hacia las mujeres están mucho más visibles y nos parece relevante volver a voltear a ver el trabajo, como un tema justicia social, porque son derechos humanos, no estamos pidiendo un privilegio”, asegura María Ayala coordinadora de investigación de la organización.
“Tendríamos que trabajar meses de 35 días para poder alcanzar el salario de los hombres o años de 14 meses para alcanzar el salario de los hombres que de por sí es malo”.
De acuerdo con OXFAM, el 58% de las personas en situación de vulnerabilidad laboral son mujeres, quienes a nivel mundial ganan un 20% menos que los hombres. Señala también que el 64% de las personas trabajadoras con bajos salarios son mujeres.
“Con menos ingresos y activos que los hombres, las mujeres constituyen la mayor parte de los hogares más pobres del mundo; un porcentaje que va en aumento. Tienen más probabilidades de ocupar empleos precarios y mal remunerados, contribuyendo a la economía de mercado como mano de obra barata e incluso gratuita”, dice.
¿Y la paridad?
Ayala señala que si por sí el mercado laboral en el mundo es precario, en México está “particularmente mal” y en ese panorama, para las mujeres, es de entrada una “puerta cerrada” porque estamos más excluidas que los hombres.
“Ya, de entrada, el primer factor de tener un trabajo digno es tener un trabajo y estamos más excluidas que los hombres, sin contar a todas las mujeres que no están disponibles para trabajar porque están dedicadas 100% al hogar, es decir al trabajo no remunerado”, señala.
De acuerdo con datos del Observatorio, el desempleo en México es 12%, y en cuanto a género, es de 8% para los hombres, mientras para las mujeres es de 18% , lo que significa más del doble.
La investigadora plantea que aunque el número de mujeres que ocupan puestos directivos va en aumento aún no es para llegar a la paridad.
“Hay un ‘piso pegajoso’, a las mujeres nos cuesta más trabajo salir de los puestos bajos y por otro lado en la condición de la mujer, conlleva a un montón de carga de trabajo en el hogar”, afirma.
Más el trabajo del hogar
La desigualdad laboral para las mujeres se incrementa por el trabajo en el hogar, que no es remunerado. El Observatorio detalla que las mujeres dedican 43 horas más, es decir, un jornada completa de trabajo más a estas actividades, cuando los hombres solo dedican 17 horas.
Oxfam señala que el trabajo de cuidados ejercido por mujeres equivale a 10.8 billones de dólares anuales en la economía mundial, mientras que en México es de 1.7 billones de pesos.
Ayala explica que las mujeres muchas veces están preocupadas porque sus hijos estén cuidados, y dividir sus actividades entre casa y trabajo no incentiva a emplearlas porque va estar dividida mentalmente y los empleadores piensan que va a ser menos productiva, no porque sea menos capaz, sino porque su tiempo está dividido.
“Mientras no haya servicios de cuidado de calidad, como una prestación laboral, va a ser muy difícil que nos insertemos en el mercado de trabajo y que una vez insertada en el mercado de trabajo, el tiempo en casa no compita con el tiempo que pasamos en el trabajo”, comenta.
Al respecto, comenta que el tema de los servicios de cuidado, lo principal que se puede hacer desde el Estado o gobierno es quitarle esa carga económica, mental y de tiempo y fuerza a las mujeres para que pueda dedicarle el tiempo laboral al trabajo. Además debe haber un compromiso serio por parte del sector empresarial y las y los empleadores de no acotar o topar los salarios por ser mujer.