Para las autoridades locales y federales, los niños, niñas y jóvenes son invisibles, salvo casos específicos que generan indignación o impacto colectivo como la desaparición y posterior asesinato de una niña de siete años en la alcaldía de Tláhuac, al sur de la Ciudad de México, afirma Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
“Los niños no son un tema de prioridad, pero en cuanto llegue la próxima noticia va a desaparecer de la agenda la protección de los niños”.
Aunque existen diversos protocolos y leyes enfocadas en la protección de los menores de edad ante casos de violencia, desapariciones y otras problemas sociales que los afectan directamente, como la Ley General de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, éstos no se aplican o se cumplen al pie de la letra.
“Cualquier tema, migración, feminicidios, acoso escolar, nada de eso está pasando por el espacio de disciplina entonces no es necesario crear muchas leyes o medidas nuevas, sino cumplir con las que ya están”, apunta Pérez García.
En el caso específico del homicidio de la menor de siete años en la alcaldía de Tláhuac, el especialista señala que no sólo se omitió el protocolo para iniciar su localización de forma inmediata, sino que autoridades del más alto nivel afirmaron que miembros de la familia tenían problemas de salud mental, lo que provocó su revictimización.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, admitió que hubo una “cadena de negligencias institucionales” en el proceso de búsqueda de la niña de siete años, cuyos familiares acudieron a denunciar su desaparición al Ministerio Público de la Fiscalía Desconcentrada en Tláhuac el 11 de febrero, día de su desaparición, pero las autoridades se negaron a iniciar el expediente con el argumento de que era necesario esperar 72 horas.
Para activar los protocolos de búsqueda, la familia tuvo que acudir a la Fiscalía Especial para la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas en la alcaldía de Azcapotzalco, al norte de la capital del país.
El impacto de la violencia
Además de la “invisibilidad” de los menores ante los gobiernos locales y el federal, la violencia e impunidad que impera en el país es un factor que impacta directamente en la vida de los menores, apunta el director de Redim.
“La niñez vive en peligro, los adolescentes viven en peligro, si eres un adolescente de 15 a 17 años hombre, tienes 30% más de probabilidades de ser víctima de homicidio doloso con arma de fuego y si eres mujer de 15 a 17 años tienes 37% de probabilidades de ser víctima de feminicidio, necesitamos frenar la violencia y reducir la impunidad. El mejor estímulo para que se mantengan en estos niveles los crímenes es que no pasa nada, de cada 100 carpetas de investigación sólo tres alcanzan algún tipo de sentencia o proceso”, detalló.
El especialista señala que la grave crisis de derechos humanos y violencia armada que vive el país, de forma inevitable ha tenido consecuencias directas en los niños y adolescentes que habitan en el país.
Del año 2000 al cierre de 2019 se registró el homicidio doloso de 21,000 niñas, niños y adolescentes, de acuerdo con cálculos de este organismo.