En lo que va de 2020, un total de mil mexicanos han sido deportados desde Estados Unidos, a través del Procedimiento de Repatriación al Interior de México (PRIM), según anunció la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP).
El comisionado interino de CBP, Mark Morgan, dijo que “al devolver a estas personas al interior de México, será mucho menos probable que intenten nuevamente ingresar a Estados Unidos de manera ilegal”.
“Esta es otra exitosa iniciativa de la administración Trump que demuestra nuestra urgencia de aprender y sacar rápidamente aquellos que cruzan de manera ilegal nuestra frontera”, agregó Morgan.
El gobierno de Estados Unidos reanudó, en diciembre pasado, el programa de repatriación de mexicanos a nuestro país, vía aérea, que había sido suspendido por el gobierno del presidente Donald Trump pues se le daba prioridad a la deportación de ciudadanos centroamericanos.
La semana pasada, uno de esos vuelos llevó a 106 connacionales a Guadalajara, desde Tucson.
A su arribo a la capital de Jalisco, los migrantes fueron trasladados, en autobuses proporcionados por el gobierno mexicano, hasta sus lugares de origen.
El PRIM es un acuerdo conjunto entre los gobiernos de Estados Unidos y México para garantizar que los deportados a México sean devueltos más cerca de sus hogares de manera segura y expedita, en lugar de que sean repatriados por los puertos más cercanos al lugar en que fueron descubiertos como indocumentados.
Aunque en sus inicios solo se ponía en marcha durante los meses de verano, cuando las temperaturas alcanzan su punto más elevado en el desierto de Arizona, en la actualidad un promedio de dos vuelos semanales parten de Tucson, según CBP.
Antes de ser repatriados, los inmigrantes mexicanos son entrevistados por representantes consulares de México.