Por: Mamta Popat | Arizona Daily Star
Magdalena Verdugo no termina de maravillarse con la idea de que su nueva encomienda es contribuir a eliminar el racismo y empoderar a las mujeres. “¿De verdad me van a pagar por hacer eso?”.
Al inicio de este 2020, Verdugo fue nombrada directora ejecutiva de YWCA del Sur de Arizona, centro donde las mujeres encuentran apoyo para superar la violencia, la pobreza y la falta de oportunidades.
“Magdalena es una combinación perfecta para el YWCA en esta coyuntura en nuestros 102 años de historia aquí en el sur de Arizona”, dijo Sonia Economou, presidenta de la Mesa Directiva del YWCA Southern Arizona. “Ella tiene la experiencia profesional para guiarnos hacia adelante en formas que servirán a nuestros clientes, personal, voluntarios y comunidad”.
Economou destacó en un comunicado de prensa que “Magdalena es bilingüe, tiene profundas raíces en nuestra comunidad, y es la primera CEO Latina del YWCA Southern Arizona”.
Abriendo camino
Hija de inmigrantes jornaleros, Verdugo llegó a Estados Unidos a los 3 años procedente de su natal Hermosillo, Sonora. Fue la primera integrante de su familia en estudiar una carrera universitaria y trabajó por casi tres décadas en Chicanos Por La Causa.
“Para mí, esto es como completar el círculo”, dijo Verdugo desde su nueva oficina en la sede de la YWCA, en el 525 N. Bonita Avenue. “Si pienso en mi carrera, trabajar con mujeres y en servicios sociales ha sido mi causa”. Antes de CHPLC, La Frontera Center fue su primer empleo.
Verdugo es la única mujer entre cinco hermanos, y al igual que a ellos le tocó trabajar en el campo.
“Mi mamá me decía, ‘tienes que estudiar si no quieres hacer esto toda tu vida’”, recordó Verdugo. “Y es un trabajo duro”.
Además de los consejos de su madre, Verdugo dijo que la guía de maestros y mentores en Tucsón le ayudó a tomar la decisión de ir a la universidad. Estudió Administración de Empresas en la Universidad de Arizona y Liderazgo Educativo en la Universidad del Norte de Arizona (NAU, por sus siglas en inglés).
Fue en la UA, ahora nombrada UArizona, donde Verdugo empezó a involucrarse en causas sociales con el grupo M.E.Ch.A (Movimiento Estudiantil Chicanx de Aztlán) y otras organizaciones. “Me gustaba poder usar mi voz y mi tiempo para contribuir a que mejoraran las condiciones de los estudiantes”, dijo. “Muchos latinos no logran terminar el colegio. Trataba de ayudar a que pudieran seguir y se graduaran”.
Como mujer inmigrante, Verdugo encuentra satisfacción en compartir su experiencia y transmitir a otras mujeres que las metas se pueden lograr.
“Además de darles apoyo, necesitan escuchar que creemos en ellas. ‘You’re gonna be fine’. Está bien si ahora no sabes cómo hacerlo o si fracasaste’”, dijo Verdugo en un fluido ir y venir entre el español y el inglés. “Las mujeres desempeñamos muchos roles, las mujeres tenemos mucha resiliencia y tenemos que empoderarnos unas a otras”.
Una “Y” más fuerte
Verdugo dijo que a su llegada a la YWCA encontró una organización eficiente, con todas las áreas trabajando bajo liderazgos notables. Su énfasis, agregó, será aportar a la difusión y reconocimiento de la organización, así como a la expansión de sus servicios a través de la obtención de nuevos recursos. Temas como fuerza de trabajo y salud mental están entre sus intereses.
En pocas palabras, dijo Verdugo, “lo que tenemos va a seguir, pero va a crecer”.
Dijo que cada mujer tiene su propia voz, y la YWCA quiere ser un facilitador para ejercitar esa voz.
“Quiero que este sea el lugar en el que la mujer piense en primera instancia cuando necesita apoyo”.