Fue la Policía Nacional Civil de Guatemala la que apoyó a los hondureños en los traslados por tierra a los migrantes que no registraron el paso, que entre ambos países es libre por un acuerdo internacional, pero que solicita a los ciudadanos a registrarse con su documento de identificación.
La entidad migratoria contabilizó que, desde el pasado miércoles, habían ingresado unos 4 mil seis migrantes hondureños a Guatemala por los pasos fronterizos de Agua Caliente y Corinto y que en su mayoría lo había hecho registrándose ante las autoridades de ambos países.
De los 4 mil seis, aproximadamente mil 300 hondureños ingresaron por lugares no autorizados, sostuvo el Instituto Nacional de Migración guatemalteco.
La caravana siguió su camino este sábado por diversas rutas. Algunos se dirigieron a la frontera El Ceibo, que colinda con Tabasco, en México, mientras que la mayoría lo hizo por la ruta que va al Pacífico, con el objetivo de llegar a Tecún Umán, contiguo a la mexicana Ciudad Hidalgo, en Chiapas.
Unas 500 personas llegaron por la mañana al puente que cruza el río Suchiate y que une Guatemala y México.
Al inicio, un grupo intentó ingresar con empujones a través de la verja que permite el acceso a territorio mexicano, pero este fue repelido por elementos de la Guardia Nacional mexicana, e incluso, por un momento, llegaron a dispersarlo con gas pimienta.
Posteriormente, tras un par de horas en que la frontera permaneció cerrada, México procedió a registrar en pequeños grupos a los hondureños, que consiguieron el primero de sus objetivos, con el objetivo de llegar hasta Estados Unidos.
Alrededor del puente internacional, otros migrantes intentaron cruzar por el río Suchiate con balsas y a pie.
El gobierno mexicano ha prometido que dará asilo y trabajo a quienes presenten su solicitud de manera formal, con la condición de que permanezcan en la zona sur del país y no intenten llegar a Estados Unidos.