El primer ministro saliente iraquí, Adel Abdel Mahdi, pidió al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que se envíe una delegación para organizar la salida de los soldados estadunidenses de Irak tal y como reclama el Parlamento.

Desde que fue asesinado, en un ataque con drones en Bagdad, el general iraní Qasem Soleimani y su lugarteniente iraquí, Abu Mehdi al Muhandis, el rechazo hacia Estados Unidos creció en el país y las autoridades toman cada vez más distancia con su aliado y se acercan más a Irán.

El Parlamento votó a favor de la expulsión de 5 mil 200 soldados estadunidenses desplegados en Irak, a la que seguirá probablemente la salida de los efectivos militares de otros 75 países, miembros de la coalición antiyihadista liderada por Washington.

El jueves por la tarde, Abdel Mahdi habló por teléfono con Pompeo y le pidió que “envíe una misión a Irak para poner en marcha los mecanismos necesarios para organizar la retirada de las tropas en total seguridad”, indicó el comunicado de la oficina del jefe de gobierno saliente.

Oficialmente, autoridades de Washington aseguran que no tiene ningún plan de retirada. Pero las autoridades iraquíes exigen que las tropas de Estados Unidos se replieguen cuanto antes porque han “violado la soberanía” del país, refiriéndose al ataque que mató a Soleimani, pero también a un bombardeo contra una base iraquí en el que murieron 25 milicianos proiraníes días antes.