“Nosotros no buscábamos matar a nadie en la operación, pero seguro que muchos murieron, decenas murieron o resultaron heridas“, dijo Hajizadeh en una rueda de prensa.
Esta declaración contrasta con lo afirmado la víspera por el presidente estadounidense, Donald Trump, de que no hubo bajas mortales, ni de estadounidenses ni de iraquíes.
Hajizadeh afirmó también que podrían haber diseñado la operación para que hubiera 500 muertos, pero que se abstuvieron, y que dispararon trece misiles, aunque tenían preparados varios cientos.
Según el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, su intención era “golpear la maquinaria militar del enemigo” .
Imágenes satelitales captadas por la empresa estadounidense Planet, muestran daños significativos en edificios de la base aérea que podrían ser hangares y lugares donde se guardaba equipamiento.
Sin embargo, Trump señaló que el daño material fue “mínimo”, en un nuevo caso de versiones opuestas de Teherán y Washington sobre un mismo incidente.
Ese ataque fue la respuesta de Irán al asesinato en un bombardeo selectivo estadounidense del general iraní Qasem Soleimaní en Bagdad el pasado viernes.
Estos sucesos han elevado la tensión en la región, aunque tanto Teherán como Washington han asegurado que no buscan una guerra, y Trump apostó por las sanciones en vez de por la vía militar para tomar represalias contra Irán.
Las autoridades iraníes han advertido, no obstante, de que ese ataque es solo el inicio de su venganza y que su objetivo es la salida de las tropas estadounidenses de Medio Oriente.
En este sentido, Hajizadeh adelantó que el bombardeo fue “el comienzo de una operación importante que continuaría en toda la región”.