El subsecretario del Ministerio de Exteriores iraquí, Abdulkarim Hashem Mustafa, convocó al embajador de Estados Unidos en Bagdad, Matthew H. Tueller, para trasmitirle la condena de su gobierno al ataque estadunidense que causó la muerte del comandante iraní Qasem Soleimaní y otros líderes chiíes iraquíes.
En su reunión con Tueller, Mustafa destacó que el ataque representa “una violación flagrante a la soberanía de Irak, de todas las normas y leyes internacionales que regulan las relaciones entre los países”, según un comunicado de Exteriores.
Además, señaló que “viola las normas acordadas con la coalición internacional, cuya misión se limita a combatir al (grupo yihadista) Estado Islámico y entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes, en coordinación y bajo la supervisión del gobierno iraquí”.
El representante iraquí consideró que las operaciones militares “ilegales” llevadas a cabo por Washington “han causado que la tensión se intensifique en la región” de Oriente Medio.
La nota detalló que Exteriores convocó al embajador estadunidense tras el ataque selectivo contra Soleimaní, así como los bombardeos del pasado domingo contra milicias chiíes iraquíes en el oeste de Irak, en los que murieron supuestamente 25 milicianos.
Soleimaní fue asesinado de un ataque el viernes de madrugada cerca del aeropuerto de Bagdad, donde le recibió el vicepresidente de la agrupación armada Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, quien también falleció en el bombardeo, además de otras seis personas, según esas milicias chiíes.
Tueller fue convocado poco antes de que el Parlamento iraquí aprobara pedir al gobierno que ponga fin a la presencia de tropas extranjeras en el país.
El texto solicitó además al gobierno que anule “la petición de ayuda a la coalición internacional para luchar contra el (grupo terrorista) Estado Islámico” porque consideró que las operaciones militares contra los extremistas ya han concluido en Irak.