Con el propósito de fortalecer la atención de padecimientos asociados al descenso de temperatura, la Secretaría de Salud en Sonora establece cada año un programa de promoción de la salud y prevención de enfermedades que ocurren en la temporada invernal.
Gerardo Álvarez Hernández, director general de Promoción a la Salud y Prevención de Enfermedades señaló la importancia de que la población no use braseros o estufas de leña para calentar los hogares y de esta manera evitar intoxicaciones por monóxido de carbono.
Además, resaltó la importancia de seguir las recomendaciones que se emiten para reducir los eventos asociados a la temporada de frío, ya que estos se presentan con más frecuencia en el periodo de vacaciones decembrinas, debido a que los pequeños se encuentran más tiempo en casa.
“Los adultos mayores y los pequeños son los más vulnerables en esta temporada, así como las personas con enfermedades crónicas, por ello hay que prestarles más atención y protegerlos del frío”, abundó Álvarez Hernández.
Durante la temporada de frío, la dependencia estatal vigila los casos que tienen que ver de manera directa con las bajas temperaturas, que son los eventos asociados a la temporada de frío, tales como intoxicaciones por monóxido de carbono, hipotermia y quemaduras, así como la influenza estacional.
Otras medidas de prevención que recomienda la dependencia estatal para evitar padecimientos asociados a la temporada invernal son el uso de bufanda o pañuelo que cubra la boca al salir a la intemperie, así como consumir frutas y verduras de temporada, ricas en vitaminas A y C, ya que ayudan a fortalecer las defensas del cuerpo.
Además, se sugiere lavarse las manos con frecuencia con agua y con jabón o usar alcohol de gel; al toser o estornudar, cubrirse con el ángulo que forma el brazo con el antebrazo; al escupir, hacerlo en un pañuelo desechable, tirarlo a la basura y lavarse las manos.
Recomendaciones para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono en los hogares:
No utilizar braseros o estufas de leña para calentarse, si no puede evitarse, apagarlas y retirarlas del ambiente antes de dormir.
Nunca dormir con el brasero o la estufa de leña prendidos.
Siempre es preferible abrigarse con más ropa.
Verificar que se tengan ventanas o sitios por donde circule la ventilación, ya que la existencia de un espacio para que el aire se renueve suele ser suficiente para evitar un desenlace fatal.