Dentro de la FIL Pensamiento, las conferencias de prensa que ofrece el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como la presunta polarización que se gesta desde sus mensajes y el presupuesto para la publicidad oficial fueron temas de debate por parte de expertos.
La diputada local Mara Robles Villaseñor fue la encargada de moderar el ejercicio en el que participaron los periodistas Salvador Camarena, Leonardo Curzio, Hernán Gómez y el director general de Comunicación Social de la Presidencia de México, Jesús Ramírez Cuevas.
Las conferencias matutinas fueron calificadas como un ejercicio democrático e inédito por Hernán Gómez y Jesús Ramírez, quienes destacaron que López Obrador dé la cara, aunque represente un posible desgaste a su imagen.
Sin embargo, Salvador Camarena y Leonardo Curzio consideraron que las conferencias mañaneras no fomentan una verdadera rendición de cuentas, sobre todo cuando las preguntas son leídas por personajes cuyo único mérito es llegar temprano para estar en primera fila.
“A través de instrumentos como la mañanera se ha fomentado un sectarismo que no ha construido puentes, sino islas. Es una isla de los que él considera leales y los ‘bendice’ cada mañana”, indicó Camarena.
Agregó que se ha dado voz a personajes que no tienen representatividad, que sus medios no tienen audiencia, ni un respaldo cotidiano: “Ser inédito no es ninguna cualidad. Es como ese Récord Guiness de la torta ahogada más grande del mundo. Ser inédito tiene que tener un propósito. Ojalá el gobierno evolucione, y esa formalidad novedosa de la mañanera se convierta en un ejercicio en el que todo mundo pueda preguntar. Pero si siempre preguntan los de la primera fila y ésos no representan a nadie, porque hasta tienen que leer esas preguntas, porque se las dictan, entonces no estamos ante ningún ejercicio inédito, sino ante un ejercicio de manipulación”, declaró Camarena.
Gómez replicó que la publicidad oficial llegó a utilizarse como método de control y recordó que en la pasada administración, encabezada por Enrique Peña Nieto, se gastaron 12 mil millones de pesos en ese rubro. “Esta idea de ponerse como si el presidente fuera el poderoso y nosotros los medios (víctimas), como si hubiera desigualdad, no es cierta. Los medios son poderosos y representan a intereses económicos poderosisímos” dijo el periodista.
Señaló que no se debe ver con desdén las conferencias matutinas: “Puede tener las críticas que sea, pero la realidad es que este esquema es de mayor democracia. Podría, incluso, cuestionarse si vale la pena que el Presidente aparezca todos los días. Yo diría que una a la semana, más planeadas y no abrir frentes innecesarios de conflicto. O si es necesario que los periodistas se levanten a las cuatro de la mañana para ser los primeros en la fila, o si sería mejor hacer una tómbola que le quitaría suspicacias a Lord Molécula, u a otras gentes. Pero el ejercicio es inédito a nivel mundial. Y quisiera apuntar: a esas ruedas de prensa mañaneras, no veo que acudan los grandes periodistas y yo los escucho haciendo juicios sobre esas mañaneras”.
El analista político Leonardo Curzio explicó que el Presidente ha consumido 20 por ciento de su tiempo en las mañaneras, pues estas ruedas de prensa han durado en promedio una hora con 40 minutos, y lamentó que López Obrador ha llamado “adversarios” a los periodistas, a pesar de que también son contribuyentes y analistas de la vida pública. Y también se han ido contra personajes como José Ramón Cossío Díaz, o la familia LeBarón.
“El presidente extraña a la oposición, no tiene con quien debatir. Porque tiene al PRI silente. ¿Qué hace Arturo Escobar, empresario destituido por el gobierno anterior, expedientado por el titular de la UIF en la asociación de legisladores que apoyan a la 4T? Me encantaría que me respondieran eso desde un terreno democrático”,señaló.
Discurrió que se requiere un instituto que técnicamente informe cuánto dinero público se destina a cada medio de comunicación.
El director general de Comunicación Social del Gobierno de la República explicó que además de comunicar, coincidió con Curzio en que sí debe haber una instancia encargada de controlar la publicidad oficial, y por eso hay una iniciativa de ley en ese aspecto.
Aseguró que algunos analistas están construyendo una polarización artificial, pues la sociedad está pensando en el día a día, pensando en la paz: “En este país, el Presidente arriesga, porque podría salvaguardarse. Tenía 30 millones de votos, 80 por ciento de la anuencia ciudadana, ¿para qué, entonces, se enfrenta a los medios? ¿Para qué se expone a preguntas incómodas?”