La familia LeBarón llegará este lunes a su encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en un ambiente tenso en México por el plan del presidente Donald Trump de designar como terroristas a los cárteles mexicanos.
No está claro el impacto, si es que lo tuvo, del pedido hecho recientemente por los LeBarón a la Casa Blanca para que Trump hiciera precisamente eso. Pero, el llamado, generó polémica en México a pesar del consenso en torno al terror que han sembrado los narcotraficantes en un país donde cada día mueren casi 100 personas de forma violenta.
Algunos creen que los LeBarón han “traicionado a la patria” al urgir una “invasión” de militares estadounidenses para frenar a los cárteles de la droga. Para ellos, sin embargo, su llamado busca presionar por una cooperación más fructífera entre Estados Unidos y México luego de que nueve de los suyos fueron ferozmente masacrados, según las autoridades, por grupos criminales vinculados al narcotráfico entre los estados de Chihuahua y Sonora.
“Yo quiero que (las fuerzas de Estados Unidos) participen en el asesinato de mis hijos, de las víctimas de México, que participen en eso, yo no sé las implicaciones (…) No creo que se van a venir los Marines, esto no más abre una puerta de concientización ciudadana”, dijo Adrián LeBarón la semana pasada en una entrevista con Grupo Fórmula.
Habiendo pasado casi un mes desde la matanza, los LeBarón llegan al Palacio Nacional en busca de respuestas concretas sobre qué sucedió el 4 de noviembre pasado en el camino de terracería por el que viajaban sus familiares, carretera que han transitado por años.
“No importa qué pase, pero que ya pase algo, esto no puede seguir igual”, pidió la semana pasada Adrián LeBarón mientras el gobierno de López Obrador aseguraba que no podía informar sobre el avance de la investigación que realizan con ayuda del FBI.
Este domingo, sin embargo, el gobierno mexicano hizo público el avance más firme que hasta el momento tenido la investigación, al anunciar sin ofrecer detalles la detención de “varios individuos presuntamente involucrados” en la masacre.
El brutal asesinato de tres madres y seis niños de las familias LeBarón y Langford empañó el primer año de AMLO en el poder, al sumarse a una seguidilla de actos en los que se desató la violencia, como el desastroso operativo en Culiacán, Sinaloa, en el que se capturó y liberó a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
A continuación, un resumen con los momentos clave desde que fue perpetrada la masacre hasta la respuesta del gobierno mexicano al plan de Trump sobre los cárteles de la droga.
4 de noviembre
El día de la masacre
Cerca de las 9:30 de la mañana del 4 de noviembre, tres madres junto a 14 niños se trasladaban en tres camionetas por un camino de terracería entre Galeana, Chihuahua, y Bavispe, Sonora. Minutos después, uno de los vehículos fue emboscado por delincuentes armados. Quedó calcinado en medio de la feroz balacera. Casi una hora más tarde, las otras dos camionetas fueron atacadas, de acuerdo con una cronología de las autoridades.
Las tres madres murieron. Seis niños también perdieron la vida.
Ocho menores de entre 7 meses y 14 años sobrevivieron, algunos tras caminar por horas escondiéndose entre arbustos en busca de ayuda.
Los primeros en llegar a la cruenta escena fueron los propios familiares. Allí, desesperado, Lafe Langford, grabó y compartió en Facebook cómo quedó la camioneta quemada.
“Somos una comunidad de ciudadanos con doble nacionalidad, paisanos y estadounidenses, que viven y operan entre México y los Estados Unidos. Estamos bajo ataque mientras hablamos por los carteles en México… Hemos estado solicitando a las embajadas estadounidenses en México todo el día sin resultado”, escribió.
Horas después llegaron las autoridades.
5 de noviembre
Trump ofrece a AMLO entrar en una “guerra” contra el narco
“Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos impulse una guerra contra los cárteles de la droga y los limpie de la faz de la Tierra. ¡Solo esperamos una llamada de su gran nuevo presidente!”.
Ese fue el ofrecimiento del presidente Donald Trump, con el que parece no haber tomado en consideración el proceso de aprobación de una intervención militar en otro país y que también denota desconocimiento de las leyes mexicanas que resguardan la soberanía nacional.
México, como ha sido su política exterior, declinó permitir la entrada de militares estadounidenses para librar la “guerra” sugerida por Trump. El gobierno de AMLO, en cambio, sí abrió la puerta a que el FBI ayude a esclarecer por qué las familias LeBarón y Langford fueron blanco, o si no lo fueron, de la feroz masacre.
5 de noviembre
El primero y, hasta ahora, único ‘hallazgo’ hecho público por el gobierno
“Podríamos establecer alguna premisa de que no fue una agresión directa”, resumió el gabinete de Seguridad de AMLO su primera línea de investigación sobre la tragedia, lo que fue refutado tajantemente por la familia.
Las autoridades creen, según dijeron al día siguiente de la matanza, que los LeBarón y Langford quedaron en medio de una confrontación entre dos bandas criminales: La Línea, un grupo vinculado al Cártel de Juárez con presencia en Chihuahua, y Los Salazar, organización relacionada con el Cártel de Sinaloa en Sonora.
En la madrugada de ese día, delincuentes de esos grupos se habían enfrentado a tiros como parte de su lucha territorial. En específico, miembros de La Línea buscaban evitar el ingreso de oponentes de Los Salazar a su territorio en Chihuahua, dijo el general Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Para reforzar la presunción de que se trató de una confusión, el general aseguró que el tipo de vehículos en los que viajaban los LeBarón “son muy comunes en la zona de la sierra como vehículos donde se trasladan elementos del crimen organizado”.
La familia descartó con firmeza la hipótesis de que los asesinatos fueron producto de una confusión, pues enfatizaron que los delincuentes dispararon contra una de las madres incluso cuando ella salió con los brazos en alto en un intento por detener la balacera.
“Ellos mataron, robaron, había casquillos pegados a la camioneta yo me pregunto ¿dónde está la confusión?”, se preguntó Adrián LeBarón, en una entrevista con un medio local.
8 y 9 de noviembre
Los dolorosos funerales
Tres días después de la masacre, los LeBarón y Langford honraron a los suyos en medio del llanto y la rabia en actos fúnebres realizados en la comunidad de Galeana, en el estado de Chihuahua, bajo un fuerte resguardo de seguridad.
Buscando presionar por una cooperación que rinda frutos “por los miles de mexicanos que sufren la violencia”, integrantes de los LeBarón pidieron a la Casa Blanca declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
“Extorsionan y secuestran con una impunidad casi total (…) Buscan poder político con el fin de crear un narcoestado en México (…) No podemos darnos el lujo de continuar con las mismas políticas fallidas que usamos para combatir el crimen organizado”, escribió el activista Bryan LeBarón.
El llamado fue rechazado al día siguiente por el gobierno de AMLO, que lo consideró “innecesario” pues la designación de un grupo como organización terrorista internacional incluye, entre otras cosas, el potencial lanzamiento de una ofensiva militar estadounidense en territorio mexicano argumentando la “legítima defensa”.
“México jamás lo aceptaría”, dijo el canciller Ebrard. “Pero creo que Estados Unidos no va a ir por esa ruta, porque estamos trabajando juntos y porque no estaría interesado en dar lugar a que Mexico invocara los mismos principios jurídicos”, agregó.
En las calles, por su parte, el pedido de los LeBarón fue catalogado por algunos mexicanos como una “traición a la patria” por solicitar una “invasión” de Estados Unidos.
26 de noviembre
Trump anuncia que planea designar a los cárteles mexicanos como terroristas
A pesar de que el canciller mexicano consideró improbable que Trump acogiera el pedido de la familia LeBarón, el presidente estadounidense demostró justo lo contrario al día siguiente.
En una entrevista, el mandatario sorprendió al decir que su gobierno lleva casi tres meses trabajando en la designación de los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas.
“Serán designados (…) He estado trabajando en eso durante los últimos 90 días. ¿Sabes?, la designación no es tan fácil, tienes que pasar por un proceso, y estamos en ese proceso”, aseguró Trump.
27 de noviembre
AMLO responde: “Cooperación sí, intervencionismo no”
Al ser consultado sobre el anuncio de Trump en su conferencia de prensa diaria, el presidente mexicano buscó excusarse diciendo que no quería polemizar debido a que los estadounidenses celebrarían la festividad de Acción de Gracias. Envió abrazos a todos, pero añadió después de manera tajante: “Solo decir cooperación sí, intervencionismo no”.
Su canciller aseguró que buscarían un encuentro de urgencia con Estados Unidos, el que según anunció después se concretará esta semana en México cuando el fiscal general William Barr acuda a dialogar la cooperación en la lucha contra el tráfico de drogas en la cual Washington también es responsable.
Ebrard hizo énfasis en el creciente consumo de drogas en Estados Unidos y aseguró que entre el 60 y 70% de las armas estadounidenses terminan en México.
“Por nuestro territorio hay tráfico de diferentes tipos de droga hacia Estados Unidos, entonces es un tema binacional, tenemos que trabajar los dos juntos”, acotó.