Al hacer un breve resumen de su primer año de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó que sólo son cinco momentos difíciles los que han ocurrido en su administración, pero pidió un año más para dejar sentadas las bases de la transformación.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador reconoció que el gran pendiente de su gobierno es la violencia y la inseguridad.
“Hemos pasado en un año momentos difíciles, no muchos, cinco. Hay mucha confianza en que vamos a llevar a cabo la transformación que quiere nuestro país. También así lo expresan las encuestas, hay confianza hasta en lo económico”, aseguró.
“No hay ese mal humor social, no existe. Hacen sus pucheros, se enojan, son gruñones algunos, pero la gente en general está contenta”, ahondó.
Según el presidente, los cinco momentos más difíciles de su primer año son:
La explosión del ducto de Pemex en la localidad de Tlahuelilpan, Hidalgo.
La amenaza de Estados Unidos de aplicar aranceles a productos mexicanos, donde incluyó el tema de la migración de centroamericanos.
La guerra que se desató en Sinaloa por el operativo fallido para detener al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López. “Fue una guerra de cuatro horas, fue también complicado porque tomamos decisiones en circunstancias difíciles, pero consideramos que fue adecuado, que salió bien”, sostuvo.
La tragedia por el asesinato de la familia LeBarón. “Estamos actuando para esclarecer los hechos y que haya justicia”, indicó.
Otorgar asilo político al expresidente de Bolivia, Evo Morales. “Es una decisión que se tomó oportuna y adecuada a los principios de política exterior”, argumentó López Obrador.