Dado a que no existe cura y esta enfermedad dura toda la vida, la medicina solo puede actuar de manera paleativa a base de tratamientos poco fáciles de costear.
Por Antonio López Moreno
Para Narda Duarte las cosas no son sencillas, a pesar de haberse graduado como Licenciada en Negocios y Comercio Internacional, haber destacado en los deportes y poseer un empleo en el campo profesional, una enfermedad sin cura y de la que poco se sabe la ataca desde que nació: esclerodermia localizada.
Cuando cursaba sus estudios de preparatoria, comenzó a sentir malestares y cambios en su cuerpo; los médicos lo atañían al estrés y le recetaron en aquel momento, medicamento y tratamientos que nada tenían que ver con lo que en realidad pasaba.
A los 20 años, acudió con un médico internista, quien logró detectar la enfermedad a través de una serie de estudios en su cráneo. Allí Narda se enteró de lo que la estaba atacando, era una enfermedad incurable, poco estudiada y que lentamente come la grasa de su cuerpo con enormes riesgos a que también se afecten órganos internos.
Para efectos de estudio, la esclerodermia es clasificada en dos: localizada y sistemática. Narda padece esclerodermia localizada, pues los médicos y los estudios precisan el lugar donde esta enfermedad ataca; y de momento, es justo en su cara.
La esclerodermia poco a poco come la grasa de su cara, el colágeno y distintos nutrientes, provocando también afectaciones en la piel.
Aún así, los especialistas le han advertido, que de crecer esta enfermedad, podía trasladarse a otras partes de su cuerpo y convertirse en esclerodermia sistemática. Entonces podría agravarse su situación.
Dado a que no existe cura y esta enfermedad dura toda la vida, la medicina solo puede actuar de manera paleativa a base de tratamientos poco fáciles de costear. Además, Narda debe utilizar bloqueadores, humectantes, cremas y pomadas para remediar los males.
Anterior a todo esto, Narda Duarte conquistó el mundo de los deportes, toda vez que suma más de tres campeonatos en futbol americano y dos veces medalla de oro en jiu jitsu brasileño… ambas pasiones que debe dejar de lado, pues un eventual golpe en su rostro podría ser un detonante para su enfermedad.
Recientemente junto a su familia y amigos comenzó una campaña de recaudación para su tercer cirugía, pues su cara requiere de ser inyectada por grasa, que a perdido a causa de su padecimiento.
La primer cirugía que recibió la logró sin contratiempos, la segunda fue desarrollada de la misma forma; sin embargo después esa intervención, fue atacada por tuberculosis, lo que hizo que perdiera más grasa y nutrientes de lo pronosticado y recomendaron con urgencia adelantar la tercera.
Para quien guste colaborar con la causa de Narda Duarte, ponen a disposición el siguiente número de tarjeta bancaria: 4152 3134 8395 0734 – BANCOMER.
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