Un jurado declaró culpable el viernes a Roger Stone, asesor del presidente de Estados Unidos Donald Trump, de siete cargos criminales, entre los que destacan falso testimonio al Congreso, obstrucción a la justicia y manipulación de testigos.
El fallo, que surge tras las investigaciones sobre la interferencia rusa en la elección presidencial de 2016, no solo es un golpe para el operador político republicano, sino que también renueva las indagaciones sobre las actividades de Trump cuando era candidato, en un momento en que enfrenta un proceso de juicio político que podría desestabilizar su presidencia.
Stone, de 67 años, fue acusado a principios de este año de obstruir la justicia, manipulación de testigos y de mentir a la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos durante la pesquisa sobre la interferencia rusa en los comicios de 2016.
Los fiscales acusaron a Stone de decirle a los legisladores cinco mentiras diferentes relacionadas con WikiLeaks y su fundador Julian Assange, que en 2016 filtró una serie de correos electrónicos sobre la entonces candidata demócrata Hillary Clinton que más tarde se concluyó fueron robados por piratas informáticos rusos.
Stone, un cercano aliado de Trump que tiene tatuado en su espalda el rostro del expresidente Richard Nixon, también fue acusado de manipular a un testigo, el comediante Randy Credico, cuando fue llamado a testificar ante el Congreso y hablar con el FBI.