El director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez García, consideró que hechos como el ataque a la familia LeBarón, en el que fueron asesinados seis niños, es la vía por la que grupos criminales buscan generar miedo en sus adversarios y en la sociedad, como una manera de “controlar” su territorio.
En entrevista con Notimex, señaló que es muy preocupante el hecho “y no solamente porque son niños y niñas, sino la barbarie con la que ocurrió esta masacre, ya que no solamente los asesinaron, sino también hubo cuerpos calcinados”.
Afirmó que esto forma parte de un patrón que se replica en varios estados de la República, y dijo que esto sucede por la ausencia de autoridades y su lentitud para reaccionar ante este tipo de agresiones.
“De acuerdo a lo que narró la familia (LeBarón), autoridades tardaron más de ocho horas en llegar al lugar de los hechos y fue prácticamente la propia familia quien resolvió, y hay que decirlo también el heroísmo de los niños que lograron salvar a otros, entonces es muy preocupante que estos hechos se den”, sostuvo.
Pérez García añadió que si bien este caso es muy grave, inquieta mucho que no escuchen que las estrategias de seguridad implementadas desde el sexenio de Felipe Calderón no funcionan para combatir a los grupos criminales, “lo que se necesita es atender la corrupción”.
Expuso que se requiere trabajar fuertemente en torno al lavado de dinero y abatir la impunidad.
En cuanto a los ataques a niños y adolescentes, indicó que del total de casos denunciados, solamente tres carpetas de investigación alcanzan algún tipo de acceso a justicia, y “entonces hay 97 por ciento de garantía de impunidad. Si eso no cambia, claro que se convierte en un estímulo”.
Llamó al Estado mexicano a responder con una estrategia nacional para prevenir y atender la violencia armada que están sufriendo niños y niñas en el país.
Sobre una primera conjetura hecha en torno a que la muerte de los niños en el ataque a la familia LeBarón había sido producto de un fuego cruzado entre dos grupos criminales antagónicos, señaló que han llamado con insistencia a las autoridades a no revictimizar.
“Este planteamiento fue apresurado pues apenas se estaban recopilando las evidencias. Esa salida apresurada a ya dar una explicación y estar incluso hablando de los responsables claramente es inapropiado, revictimizante e irresponsable, porque en todo caso si fue un grupo criminal concretamente el que estás mencionando pues se les está poniendo bajo alerta para que huyan o sean asesinados”, dijo.
Por lo que respecta a la cifra de menores asesinados, Pérez García mencionó que la Redim tiene un registro de más de 20 mil a partir del sexenio de Felipe Calderón.
“En México había una tendencia a la baja desde 2001 y en 2006 se dispara cuando Calderón inició la guerra contra el crimen, la mantuvo Peña Nieto y ahora como hemos comentado López Obrador profundiza esa estrategia de guerra con la Guardia Nacional anunciando la contratación de 50 mil nuevos reclutas y claramente no se acaba una guerra”, sostuvo.
Recordó que en un caso reciente ocurrido en la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, hubo un ataque en una fiesta infantil y hay una reproducción del patrón que utilizan los grupos criminales: “generar terror, demostrar que no tienen escrúpulos ni límites y eso ratifica pues el uso de estos ataques para control territorial, lo cual les permite obtener pues mayor dinero de las extorsiones”.
Sostuvo que desde 2015 el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas urgió al Estado mexicano a revisar la estrategia de seguridad, ya que como reacción ante ella los criminales causan graves perjuicios a niños y niñas, como asesinatos y desapariciones.
“No han escuchado y ejemplo de ello es que ocho de cada 10 familias ya no dejamos salir a nuestros hijos a la tienda, al parque, a la escuela solos, por la inseguridad y esto por supuesto representa que todo el vacío que deja el Estado lo ocupan grupos criminales”, señaló.