El aspirante presidencial demócrata, Bernie Sanders, fue dado de alta de un hospital de Nevada este viernes, y su equipo de campaña reveló que había sufrido un ataque cardíaco.
Sanders, de 78 años, “fue diagnosticado con un infarto al miocardio”, señalaron sus médicos, Arturo E. Marchand y Arun Gururaj, en un comunicado publicado por la campaña.
El equipo anunció el miércoles que Sanders se tomaría un descanso porque había sufrido dolores en el pecho y le habían insertado stents (endoprótesis vascular) en una arteria bloqueada.
Por ello, el político no acudió al foro de candidatos del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio en Los Ángeles, pero sus asistentes señalaron que participaría en el próximo debate de la campaña presidencial demócrata el 15 de octubre en Ohio.
Sanders canceló recientemente algunas apariciones en Carolina del Sur porque perdió la voz. La campaña dijo en ese momento que se sentía bien.
El senador es el candidato más antiguo del campo demócrata, a veces se refiere en broma a su edad en algunos eventos, especialmente cuando interactúa con los participantes más jóvenes. Sus ayudantes han tratado de proyectarlo como candidato con niveles de energía que superaron su campaña presidencial de 2016.
Es uno de los tres candidatos mayores de 70 años en las primarias demócratas, lo que ha provocado un debate sobre si el partido debería unirse a una nueva generación de líderes políticos.