La tasa de extorsión del SNSP se obtiene mediante las denuncias puestas ante el Ministerio Público divididas entre 100 mil habitantes; mientras que la tasa de percepción de ENVIPE, se recopila mediante encuesta en 102,084 viviendas y considera la cantidad que dijeron haber sido víctimas del delito, hayan denunciado o no el hecho ante las autoridades correspondientes.
De acuerdo al SNSP durante 2018 Baja California Sur registró una tasa de extorsión por cada 100 mil habitantes de 23.77 casos, la más alta en cifras anualizadas.
Michoacán presentó la tasa más baja a nivel nacional con 0.06 extorsiones, es decir, 40,000% menos que BCS.
Según la ENVIPE 2019, durante 2018 Guerrero se posicionó como la entidad con la peor tasa de extorsión (percepción de ocurrencia) al registrar 12,189 casos por cada 100 mil habitantes, equivalente a una extorsión por cada 10 personas.
Sonora, Quintana Roo, Nuevo León, Ciudad de México, Campeche y Baja California Sur registraron una tasa menor a 1,696 casos (7 veces menos que en Chiapas). En estas entidades la extorsión no fue considerada entre los 3 delitos más frecuentes.
De acuerdo al Índice GLAC, que a partir de indicadores sociales, seguridad y económicos mide la Seguridad con Bienestar de un país, estado o municipio, durante 2018 Nuevo León se posicionó como el mejor. Oaxaca se ubicó en la última posición del Ranking nacional del Índice GLAC.
Del análisis comparativo de estos 3 rankings se concluye que las extorsiones sí se cometen, como da cuenta la ENVIPE y como lo registra el Índice GLAC, pero la mayoría no se denuncian como lo refleja el SNSP.
El Índice GLAC es la herramienta que más se aproxima a la realidad al momento de medir el impacto de la extorsión en la Seguridad con Bienestar.