Al menos siete elefantes murieron, entre ellos una hembra embarazada, en una reserva forestal en Sri Lanka, mientras las primeras investigaciones señalan que pudieron ser envenenados por pobladores cercanos al considerar que dañan sus cultivos.
Los paquidermos se encontraron este fin de semana en la reserva por lo que las autoridades de vida silvestre de Sri Lanka consideraron que puede ser uno de los incidentes más graves de los últimos años en un conflicto “entre la vida salvaje y la ocupación agrícola“.
Los elefantes se encontraron en la reserva forestal cercana a Sigiriya, un sitio arqueológico con ruinas y uno de los destinos turísticos más populares del país, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1982.
De acuerdo con reportes de prensa, los agentes rurales encontraron los restos de los elefantes y según las primeras investigaciones los animales ingirieron vegetales envenenados que pudieron ser otorgados por pobladores cercanos al considerar que los paquidermos dañan sus cultivos.
La población de esta especie animal se redujo desde principios del siglo XX
El elefante de Sri Lanka, considerado como la subespecie más grande en Asia que existe, está protegido de manera legal a nivel internacional; sin embargo, desde 1986 entró en la lista de animales en peligro de extinción por parte de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Expertos estiman que la población de esta especie animal se redujo desde principios del siglo XX cuando se contabilizaban alrededor de 14 mil ejemplares y ahora los datos reportan unos siete mil.
Las autoridades señalaron que cuatro elefantes fueron descubiertos el viernes y tres más el sábado, pero siguen buscando en el área signos para saber si hay más animales muertos.