La resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos que impide que miles de migrantes puedan solicitar asilo en la frontera de ese país amenaza a familias que, inmóviles, ven como su seguridad y salud se deterioran, advirtieron abogados y activistas de migrantes.
Estas personas, de las cuales muchas viajan con niños, ahora se apresuran a encontrar un techo, comida y atención médica mientras permanecen varadas en las peligrosas urbes mexicanas de la frontera por más tiempo del que ellas o sus ‘anfitriones’ previeron.
La noticia llega como ‘un golpe’ para las personas que huyen de la violencia en sus naciones de origen y en medio de las acciones del presidente Donald Trump para disminuir los cruces de migrantes en la frontera.
La cifra de esa actividad ya se ha desplomado después de que el mandatario de EU amenazara a México con aplicar aranceles a las mercancías que exporta a su país. Como parte de un acuerdo migratorio, las autoridades mexicanas han desplegado a más de 25 mil elementos de la Guardia Nacional en las fronteras norte y sur y recibido a decenas de miles de solicitantes de asilo en EU que esperan sus respectivas audiencias.
“Esa espera es una ‘sentencia de muerte’ para los solicitantes de asilo en nuestra frontera y un esfuerzo alarmante por parte de esta administración para reescribir unilateralmente las leyes de asilo”, criticó Karlyn Kurichety, abogada de ‘Al Otro Lado’, una organización que brinda ayuda lugar y opera en Tijuana, ciudad en la que hay más de 10 mil personas buscando asilo en EU.
Después de conocerse la resolución de la Corte Suprema, la Casa Blanca publicó un comunicado en el que resaltó que la decisión le permitía hacer “ajustes necesarios a un roto sistema de asilo”.
“Esto ayuda en gran medida al progreso que hemos logrado para abordar la crisis en nuestra frontera sur y finalmente hará que las comunidades estadounidenses sean más seguras“, agregó.
La decisión tomada el miércoles permite a la administración Trump hacer cumplir una nueva regla que limita drásticamente quién puede solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. Mientras se entabla un desafío legal contra esa legislación, los centroamericanos que lleguen a la frontera con EU cruzando por México no podrán solicitar asilo en territorio estadounidense a menos que lo hayan solicitado antes en alguna de las naciones por las que cruzaron.
“Por meses, quienes buscan asilo en EU han sido devueltos a México para esperar sus audiencias como parte de un programa conocido ‘Permanecer en México’. Solo alrededor de 1 por ciento de los que están en el programa están representados por abogados en los tribunales de inmigración”, enfatizó Denise Gilman, directora de la clínica de inmigración en la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas en Austin.
Trump, quien prometió sellar físicamente la frontera con un muro, dijo a los legisladores republicanos que el fallo de la Corte Suprema (7 a 2), era importante “porque queremos construir ese muro”.
Agresiones, secuestros y falta de agua
En Ciudad Juárez, al otro lado de El Paso, Texas, más de 6 mil personas están registras en la lista de espera para recibir una fecha de audiencia. La gran mayoría está en albergues administrados por organizaciones caritativas en donde los niños duermen en colchonetas desde hace varios meses.
Estos refugios han sido atacados por sicarios y algunos migrantes han sido secuestrados por traficantes de personas mientras esperan ser llamados por las autoridades estadounidenses. En promedio, solo entre 10 y 20 familias son entrevistas al día.
En un campamento que está en el lado mexicano del Puente Internacional Gateway, que une a Matamoros, Tamaulipas con Brownsville, Texas, los migrantes no tienen agua y terminan bañándose en el Río Bravo, explicó Dani Marrero, coordinador del Proyecto de Derechos Civiles de Texas. A principios de esta semana, una joven de 17 años tuvo que ser rescatada después de que no podía nadar contra la corriente, aseguró.
“Muchos de quienes están en ese campamento fueron extorsionados. Para ellos, estar ahí es terrible: hace demasiado calor y muchos niños se están enfermando por ello. Grupos de ayuda humanitaria están haciendo todo lo que pueden para llevar doctores al lugar, pero no es suficiente”, detalló.
Jennifer, una solicitante de asilo de El Salvador de 29 años, está preocupada porque la decisión de la Corte Suprema podría prolongar su estadía en un refugio en Juárez, donde su hijo de 9 meses tuvo que ser hospitalizado por complicaciones pulmonares.
“Después de tres meses en México, ya no tendré acceso a la medicina pública. Sería muy difícil para mí estar por mi cuenta aquí”, aseguró la migrante, quien pidió que no se publicará su apellido por temor a que su declaración interfiera con su caso.
Quienes aún no reciben fechas para sus audiencias probablemente no podrán solicitar asilo, y aquellos que sí las tienen de todos modos podrían ver sus solicitudes rechazadas, señaló Linda Rivas, directora ejecutiva del Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas, en El Paso.
La Corte Suprema levantó una orden judicial que protegía a los migrantes de la regla de asilo propuesta por la administración Trump.
“Es muy revelador ver que la Corte Suprema se ‘puso del lado’ de la parte que esencialmente no protege a los migrantes“, remarcó.
¿Y qué dice el Gobierno de México al respecto?
Las autoridades mexicanas mostraron su desacuerdo con la Corte Suprema, pero siguen sin confirmar si habrá más fondos para atender las necesidades humanitarias de los migrantes.
“Por supuesto, hay un impacto debido a todos los que buscan asilo de diferentes nacionalidades”, dijo el jueves el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, sobre la resolución.
En Laredo y Brownsville, las audiencias sobre asilo se hicieron a través de videoconferencias en tribunales temporales hechos con lonas, contenedores de carga y remolques portátiles.
La videoconferencia presenta un desafío particular porque pueden hacer más difícil evaluar la credibilidad de los solicitantes de asilo, en parte porque estos no pueden ver quién los está entrevistando o los jueces tienen problemas para observar a los migrantes.
“Es bastante claro que estos procedimientos no son los adecuados para juzgar las solicitudes de asilo, es más, están configurados para rechazarlos”, aseguró Denise Gilman.