El Gobierno Federal no le “torcerá la mano” a las Afores para invertir en proyectos de infraestructura como El Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto en Santa Lucía, afirmó el presidente de la Consar, Abraham Vela.
Ante la propuesta del senador de Morena Félix Salgado de eliminar las Afores y que sea el Estado, a través del IMSS y el ISSSTE, el que maneje el ahorro de los trabajadores; la Secretaría de Hacienda y la oposición advirtieron que esa pretensión es imposible, porque los ahorros de los trabajadores son privados y lo que se debe garantizar es una mayor pensión.
El Gobierno Federal no le “torcerá la mano” a las Afores para invertir en proyectos de infraestructura como El Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto en Santa Lucía, afirmó el presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), Abraham Vela.
“El gobierno Federal y la Consar, no le vamos a torcer el brazo a nadie para que invierta en ningún proyecto, ya sea Dos Bocas, Santa Lucía, Tren Maya, lo que ustedes quieran, porque las Afores escogen libremente en dónde invertir, y existen límites para ello”.
Explicó que las Afores pueden invertir como máximo el 3% de los saldos que administran, es decir que de los 3.8 billones de pesos, resultan en 78 mil millones de pesos, cantidad que resulta insuficiente para invertir en cualquiera de los proyectos de infraestructura de la actual administración federal, “los recursos de los trabajadores no alcanzan para financiar ni siquiera la mitad o la tercera parte de esos tres proyectos”, aclaró el funcionario.
En tanto, el titular de la Unidad de Seguros y Pensiones y Seguridad Social de Hacienda, Carlos Noriega, explicó que la propuesta del senador de Morena es inviable y, consideró que lo que se debe hacer es ampliar el portafolio de inversiones pensando siempre en un mayor rendimiento de los recursos ahorrados para que los trabajadores cuenten con una mayor pensión
Senadores del PRI y PAN también rechazaron la propuesta y pidieron blindar las pensiones de los trabajadores de cualquier tentación de tomar esos recursos para compensar faltantes en la Administración Pública Federal, porque esos ahorros son sagrados y una propiedad privada, que no debe considerarse de otra manera.