La Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas y la Comisión Nacional de Derechos Humanos investigan la presunta ejecución extrajudicial de ocho personas, denunciada por el Comité de Derechos Humanos (CDH) de Nuevo Laredo, en un caso que inicialmente fue presentado por autoridades estatales como un enfrentamiento entre policías estatales y supuestos miembros del crimen organizado.

El vocero de la Secretaría de Seguridad del estado, Luis Alberto Rodríguez, confirmó a Animal Político que la Procuraduría estatal abrió una carpeta de investigación por la denuncia realizada por el CDH Nuevo Laredo, aunque no detalló si los policías que participaron en el operativo se encuentran suspendidos o continúan trabajando.

Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó que, derivado de la denuncia pública realizada por el CDH Nuevo Laredo en medios de comunicación, se inició una queja y se conformó a un grupo para investigar lo sucedido el pasado 5 de septiembre, en un domicilio ubicado en el Fraccionamiento Valles de Anáhuac.

Asimismo, emitió medidas cautelares a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Gobierno del estado, encaminadas a preservar la integridad física de los testigos sobrevivientes del operativo, familiares de las víctimas e integrantes del CDH Nuevo Laredo, quienes han denunciado recibir amenazas a través de redes sociales.

De acuerdo con el CDH Nuevo Laredo, el chofer que trasladó en una grúa la camioneta que policías de Tamaulipas presentaron como prueba de un supuesto enfrentamiento es víctima de intimidación por parte de autoridades del estado.

En entrevista con Animal Político, el director del Comité, Raymundo Ramos, denunció que Ramón, conductor de una grúa de la Policía de Tránsito de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue intimidado por policías estatales, quienes montaron un operativo afuera de su domicilio horas antes de que tuviera que presentarse a declarar y hacer la denuncia por las presuntas ejecuciones extrajudiciales.

“Un grupo de policías estatales instalaron un retén justo frente su domicilio, impidiendo el paso de personas, e intentaron entrar. No sabemos si lo querían detener, si era un mensaje de que ya saben dónde vive, o si es un acto de intimidación”, señaló.

Raymundo explicó que después de que los elementos se retiraron, el conductor acudió a la Procuraduría, donde llamaron a una ambulancia para que lo trasladaran a un hospital, debido a que se le subió la presión por los nervios que le provocó la idea de que los policías pudieran detenerlo.

“Se le subió la presión, él temía que fueran a sacarlo, tiene miedo que lo vayan a desaparecer, y en el traslado al hospital volvieron a encontrarse con un convoy de policías estatales, por lo que se complicó más su salud. Afortunadamente ahora ya está estabilizado”, dijo.

El director del CDH Nuevo Laredo acusó que la familia del señor Severiano Treviño, una de las víctimas mortales del presunto enfrentamiento entre policías estatales y un grupo criminal, también fue acosada por autoridades de Tamaulipas durante su velorio, y que él mismo es asediado en su domicilio por una patrulla del Ejército.

“Yo ahorita tengo una patrulla militar afuera de mi casa, no creo que me estén dando protección, han de querer intimidarme”, denunció la noche del miércoles.

En el noticiario En Punto en Televisa, conducido por Denise Maerker, el propio conductor de la grúa relató cómo hizo el traslado de la camioneta a la colonia Valles de Anáhuac, el día de los hechos, y cómo policías de Tamaulipas se acercaron a su domicilio, antes de ir a declarar.

“Ahí estuvieron en la ventana y en la puerta”, dijo. El gobierno de Tamaulipas, según el noticiario En Punto, aseguró que esa movilización de policías había sido parte de “acciones de vigilancia y proximidad” en diferentes colonias, sin que hubiera orden de entrar a algún domicilio.


En la misma emisión se señaló que hay elementos que refuerzan la acusación de que la versión oficial del enfrentamiento en realidad se trató de un montaje, como que los uniformes militares con que fueron encontradas las víctimas no correspondieran con la talla de los fallecidos, y que incluso en uno de los casos un hombre tuviera puestas dos botas del pie derecho.

Además, la casa donde se dio el supuesto enfrentamiento, y en propiedades cercanas, no había impactos de bala.

Los sacaron de sus casas

La versión que dio en un comunicado la Secretaría de Seguridad de Tamaulipas, el pasado 5 de septiembre, es que policías estatales se enfrentaron con presuntos criminales vestidos de militares, lo que dejó como saldo ocho personas muertas, cinco hombres y tres mujeres.

Sin embargo, según los testimonios de sobrevivientes de los hechos, testigos y familiares de las personas fallecidas, recabados por el Comité, en realidad las víctimas fueron sacadas de sus casas, las obligaron a ponerse ropa militar y fueron conducidas por los agentes hasta un domicilio, donde fueron ejecutadas.

“Más de 20 agentes estatales, la mayoría uniformados, allanaron este domicilio en forma violenta para armar todo un escenario que ante los últimos hechos de violencia les produjeran simpatía y respaldo de la población, pero, sobre todo, ante los ojos del gobernador de Tamaulipas”, señaló el CDH Nuevo Laredo.