Un día después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador amenazó con irse de Morena si “se echa a parder”, Ricardo Monreal y Martí Batres escalaron sus diferencias y se asumieron como vencedores en el pleito por la presidencia del Senado.

Minutos después de darse a conocer que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido ordenó a la bancada reponer la elección de la Mesa Directiva por vicios e irregularidades, el aún presidente de la cámara calificó la resolución de “victoria moral, jurídica y política”.

En conferencia y acompañado de la senadora Antares Vázquez, Batres anunció que no contenderá en el nuevo proceso mientras no haya un cambio en la conducta parcial del grupo.

Dijo que la resolución confirma que la elección con las firmas de senadoras del Partido Encuentro Social fue ilegal, fuera de la norma estatutaria, con irregularidades y por ello se invalidaba.

Reconoció que la resolución del partido no es vinculatoria para el Senado, pero sí para su bancada y Monreal estaba obligado a reponerlo mediante una nueva convocatoria, tras lo cual dijo que no participaría en un proceso de reposición, pues mientras persista “el actual tipo de conducción en el grupo parlamentario, no habrá garantía de imparcialidad en los procesos internos”.

“Es una gran victoria de los principios de legalidad y de participación democrática. Tiene sentido, porque nuestro movimiento nació luchando contra los fraudes electorales”, destacó, al sostener que en lo personal es una victoria moral contra la abusiva arbitrariedad.

Casi en paralelo, Ricardo Monreal abandonó los trabajos de la plenaria y se encerró con su equipo más cercano como Soledad Luévano, Alejandro Armenta y otros de la llamada “burbuja”, para organizar rápidamente la contra réplica a la resolución de su partido.

Uno a uno, los 44 senadores pasaron a firmar en su oficina la carta de apoyo a Fernández Balboa, aunque la maestra Ifigenia Martínez primero consultó a Batres si entraba o no a la oficina de Monreal. El que entraba y salía de forma intermitente era Germán Martínez.

José Luis Pech llegó directo a la plenaria y no la firmaron Jesusa Rodríguez, Nestora Salgado, Antares Vázquez, Napoleón Gómez Urrutia, Citlali Hernández, José Narro, Miguel Ángel Navarro ni Gerardo Novelo, entre otros.

En conferencia, y arropado por los 44 firmantes, Monreal aseguró que este “es el triunfo moral del grupo, no otro. Lo que la gente decide, la mayoría, libremente y ya están bastante grandecitos para para ser manipulados o cañoneados. Me parece que esa es la parte fundamental. Nosotros no hacemos eso, nunca lo haremos y aquí está unido el Grupo Parlamentario”.

Dijo no estar de acuerdo con la resolución por desmedida y arbitraria, por lo que se reserva su derecho de acudir al Tribunal Electoral a reclamar que no se le respetó su derecho de audiencia como demandado, pues tenía hasta el 5 de septiembre para contestar.

“La resolución consideramos que es una estrategia política, pero jurídicamente endeble”, insistió”, al sostener que no van a abonar a la división.

Sin embargo, 44 senadores firmaron la carta de respaldo a Fernández, con lo que se cumple la resolución. “Aunque estamos en contra ya con esto cumplimos. Hagan de cuenta que se repuso el procedimiento”.