Mientras economistas reducen estimaciones de crecimiento para el país y la Fed se prepara para realizar su propio recorte esta semana, aumenta la presión para que el Banxico tome medidas el próximo mes.
Los datos económicos en México esta semana mostrarán, sin duda, que la nación cayó en lo que algunos analistas consideran recesión técnica, lo que inclina la balanza en las apuestas del mercado hacia un recorte de la tasa de interés por parte del Banco Central en agosto.
La curva de swaps TIIE ya ha descontado al menos una reducción de 25 puntos básicos en tres meses. Eso sugiere que el Banco de México (Banxico), comenzaría un proceso de flexibilización el 15 de agosto o el 26 de septiembre.
A medida que los economistas reducen sus estimaciones de crecimiento cada vez más y la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara a realizar su propio recorte previsto para esta semana, aumenta la presión para que las autoridades tomen medidas el próximo mes.
La estimación media de 11 analistas encuestados por Bloomberg apunta a una contracción del 0.1 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre, que marcaría la segunda caída trimestral. Los datos deben presentarse el miércoles.
Aunque el economista jefe de Citigroup en México, Sergio Luna, espera que el Banxico realice su primer recorte de tasas en septiembre, “un posible recorte de tasas por parte de la Fed y más noticias negativas en el frente de la actividad significan que un recorte en agosto está en juego”.
Capital Economics sería el pronosticador más moderado. La firma de investigación dice que la economía de México es “extremadamente débil” y espera unrecorte de 25 puntos básicos en agosto después de que Banxico mantuviera las tasas en un máximo histórico de 8.25 por ciento desde diciembre.
“Si el crecimiento del PIB es negativo o no, se pierde el punto de que la economía apenas ha crecido en los últimos 18 meses”, escribió en una nota William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de la firma con sede en Londres.
“El crecimiento débil, la caída de la inflación y un cambio moderado en el directorio de Banxico implica que esperamos un recorte de 25 puntos básicos”.
Otros son más optimistas. Si bien la confirmación de una recesión técnica sugeriría que “la economía está realmente estancada”, Banxico probablemente seguirá retrasando un recorte hasta septiembre, incluso a medida que aumenta la presión para hacerlo, dijo Álvaro Mollica, estratega macro de XP Investments en Nueva York, que es el principal pronosticador de tasas a un día para México, según el ranking de Bloomberg.
Por ahora se percibe una inflación subyacente persistentemente alta. Aunque la tasa de inflación anual cayó al mínimo en más de dos años a mediados de julio, los precios básicos subieron 3.81 por ciento frente al año anterior, cerca del límite superior del rango objetivo de inflación del 2 al 4 por ciento del Banco Central.
Sin embargo, las expectativas del mercado de eventuales recortes de tasas son tan fuertes que la preocupación por el crecimiento puede a la larga superar las preocupaciones de inflación.
“Obviamente, Banxico no está contento con la inflación subyacente, pero en última instancia las consideraciones de crecimiento serán influyentes”, dijo Edwin Gutiérrez, jefe de deuda soberana de los mercados emergentes en Aberdeen Asset Management en Londres.
“Naturalmente, las personas como nosotros, que hemos estado esperando que comience el ciclo de Banxico, se emocionan”.
Un recorte de tasas prematuro sería positivo para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien también dice respetar la libertad del Banxico para establecer las tasas de manera independiente.
“En el Banco de México están cuidando la inflación. Eso no está mal”, dijo López Obrador al editor en jefe de Bloomberg, John Micklethwait, en una entrevista el lunes.
“Pero es importante bajar las tasas para alentar el crecimiento”, agregó.