Sarah Sandrers, vocera de la Casa Blanca, confirmó que el gobierno de Trump analiza las opciones para enviar en autobuses a los migrantes indocumentados detenidos en la frontera con México.
La Casa Blanca confirmó que está estudiando posibles “opciones” para trasladar a migrantes indocumentados que detiene en la frontera a las “ciudades santuario”, ante la insistencia del presidente Donald Trump en una idea que su equipo descartó hace meses.
“Esta es una opción sobre la mesa”, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en declaraciones a la cadena de televisión ABC News.
Trump aseguró el viernes que estaba considerando “en serio” la posibilidad de enviar -probablemente en autobús- a migrantes detenidos por las autoridades migratorias a las “ciudades santuario”, localidades generalmente lideradas por demócratas que no destinan recursos a perseguir a inmigrantes.
“(Esta idea) fue planteada a nivel de personal (del gobierno), y se determinó en ese momento que, logísticamente, había muchos retos y probablemente no tenía sentido seguir adelante, y la idea no avanzó más”, reconoció Sanders.
Pero Trump “escuchó la idea y le gusta, y estamos viendo si hay opciones que lo hagan posible, y haciendo una revisión completa y exhaustiva” de la idea, añadió.
La portavoz no quiso pronunciarse sobre la legalidad de la medida, que según varios informes de prensa ha sido cuestionada por los propios abogados del Departamento de Seguridad Nacional.
Trump defendió en un tuit a última hora del sábado que “Estados Unidos tiene el derecho legal absoluto de transferir a las ciudades santuario a los migrantes” que detiene.
“¡Por la presente, exigimos que se ocupen de ellos al más alto nivel, especialmente en el estado de California, conocido por su mala gestión y sus altos impuestos!”, exclamó Trump.
El mandatario ha criticado duramente desde que llegó al poder a las jurisdicciones “santuario”, unas 200 ciudades y condados de Estados Unidos que no destinan recursos a perseguir a migrantes y se niegan a informar a las autoridades federales del estatus migratorio de las personas detenidas.
Entre esos territorios figuran ciudades tan importantes como Nueva York y Chicago, además del estado entero de California.
Su nueva propuesta pretende enviar un mensaje a los demócratas que gobiernan esas regiones, pero los analistas creen que podría tener un efecto contraproducente para Trump, al hacer que los indocumentados estén más protegidos contra la deportación que en otras ciudades que sí cooperan con las agencias federales.