El pontífice acudió al cierre de una reunión de dos días de líderes africanos en El Vaticano.
Tras saludar al presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y al líder de la oposición, Riek Machar, el papa se puso de rodillas y les besó los zapatos, ante la sorpresa de sus acompañantes.
Francisco también besó los pies de los tres vicepresidentes de Kiir.
“Expreso mi sentida esperanza de que las hostilidades cesen finalmente, el armisticio sea respetado, las divisiones políticas y étnicas sean superadas, y que haya una paz duradera por el bien común de todos los ciudadanos que sueñan con comenzar a construir una nación”, dijo el papa.
Sudán del Sur se independizó de Sudán en 2011, pero dos años después comenzó una guerra civil que ya dejó al menos 400 mil muertos. (Con información de AP)