Dallas. El arresto de casi 300 personas en una compañía de tecnología del área de Dallas es una de las mayores redadas migratorias en una década y resalta el empeño del gobierno del presidente Donald Trump de ir tras las empresas que contraten a personal que, de acuerdo a las autoridades federales, no cuentan con los permisos para estar en el país.

Alrededor de 200 agentes ingresaron el miércoles a CVE Technology Group en Allen, una ciudad ubicada a unos 24 kilómetros (15 millas) al noreste de Dallas. La empresa de reparaciones tecnológicas empleaba a personas que estaban ilegalmente en Estados Unidos, según las autoridades federales, que no dieron a conocer detalles de los cerca de 280 individuos que fueron trasladados en autobuses y enfrentan procesos de deportación.

El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) informó en un comunicado que comenzó auditando los documentos laborales de CVE después de recibir información de que la compañía contrataba a sabiendas a personas que no estaban autorizadas para trabajar en el país. Investigaciones de Seguridad Nacional, una división del ICE, comenzó las auditorías en enero y confirmó las irregularidades, según el comunicado.

“Empresas que contratan a sabiendas a extranjeros ilegales crean una ventaja desleal sobre sus competidores”, dijo la agente del ICE Katrina Berger. “Además, les arrebatan empleos a los ciudadanos estadunidenses y residentes legales, y crean un ambiente destinado a la explotación de su fuerza de trabajo ilegal”.

Pero los familiares de los empleados de CVE que fueron arrestados señalaron que la redada fue una medida demasiado severa en contra de personas que sólo trabajaban para mantener a sus familias.

Valerie Trevino dijo al The Dallas Morning News que su madre, Graciela Velázquez, llegó procedente de México hace 25 años y ha trabajado para la compañía desde hace mucho tiempo. Trevino señaló que su madre no tiene antecedentes penales.

“Es impensable que vayan tras personas que trabajan para sobrevivir”, declaró. “No han hecho nada malo más que trabajar. Mi mamá ha trabajado toda su vida ahí. Así que, realmente, ¿cuál es su delito?”.

La redada de Texas es el reciente de una serie de destacados operativos en compañías de todo el país como parte de las severas medidas del gobierno de Trump contra la inmigración. Los opositores dicen que las redadas separan a familias trabajadoras y les complican aún más a los negocios encontrar empleados dentro de un complicado mercado laboral.

El ICE se refiere frecuentemente a las redadas como grandes operativos para desmantelar a organizaciones criminales, pero rara vez difunde los nombres de los inmigrantes arrestados, por lo que es complicado conocer el resultado de los casos.

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