La calificación negativa emitida por Standard & Poor’s fue atribuida por Andrés Manuel López Obrador al mal desempeño que tuvo el sexenio pasado, en particular, el ejercicio fiscal 2018.
Según el mandatario, las agencias calificadoras están castigando al país por la política neoliberal que se aplicó en los últimos 36 años.
“No teníamos nosotros nada que ver con el gobierno, pero nos toca pagar los platos rotos, para que esto también quede claro. Fue una política económica ineficiente caracterizada por el saqueo y la corrupción”, dijo en su conferencia de prensa matutina.
En un tono moderado, López Obrador reprochó a las calificadoras por haber callado ante la corrupción que permeó en las paraestatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Calificaban con 10, con excelencia (…) pero, bueno, respetamos sus decisiones y les podemos decir con absoluta seguridad que vamos a rescatar a Pemex y a la CFE”, apuntó.
El 1 de marzo, Standard & Poor’s pasó de estable a negativa la perspectiva de la nota soberana de México ante la posibilidad de un menor crecimiento económico y ante mayores pasivos contingentes derivados de las políticas del nuevo gobierno federal.
El Presidente anunció en este municipio la revisión de contratos de gas, así como la concesión de la autopista y de la caseta de cobro.
Al encabezar el evento de los Programas Integrales del Bienestar y acompañado del gobernador de Colima, José Ignacio Peralta, el mandatario recordó que en este puerto se construyó una gasificadora, en el que se hizo un contrato para comprar gas a Perú, por la cantidad de 20 mil millones de dólares. ¿Y qué pasó?, preguntó el Presidente, pues resulta que ese gas ni siquiera se queda en la planta de Manzanillo; se lo llevan y aquí están produciendo energía eléctrica con combustible del petróleo que contamina.
“Eso se va a revisar. Vamos a revisar todos esos contratos. Y también voy a revisar lo de la concesión de la autopista y de la caseta de cobro”, destacó.
Por Ricardo Ortíz y Francisco Nieto