Integrantes del gabinete llevaron al límite la declaración de sus bienes.

 

 

 

 

Al filo de la medianoche la mayoría del gabinete presentó su declaración patrimonial y de posible conflicto de interés, aunque con reservas en su publicidad.

El trámite por el que deben transparentar todos sus bienes económicos y patrimoniales responde al ultimátum lanzado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que todo el gabinete legal y ampliado publique su declaración.

Siete secretarios corrigieron su reporte inicial, pero insisten en mostrar sólo información parcial, después de una revisión de más de 50 casos del registro de servidores de públicos y datos abiertos de las declaraciones.

Hasta el cierre de esta edición, se comprobó que la mayoría cumplió.

Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, reportó ingresos por 348 mil pesos mensuales, de los cuales 120 mil responden a su cargo público y el resto al apartado otros. Declaró un terreno y un departamento; fuera de esas dos propiedades afirmó no tener ni vehículos ni bienes inmuebles a su nombre.

En el caso de Alejandro Gertz, fiscal general, cumplió con el trámite, aunque con la negativa de revelar su patrimonio.

El martes, López Obrador dijo: … el que no presente su declaración, no puede trabajar en el gobierno. Además, no sólo presentarla formalmente, sino hacerla pública.

Para poner el ejemplo, López Obrador incluso mostró sus dos tarjetas de débito activas con un total de 446 mil 68 pesos de saldo.

La secretaria de la Función Pública, Irma Erendira Sandoval, reportó hasta la estufa y el refrigerador.

Esteban Moctezuma, titular de la SEP, lo hizo sólo de forma parcial; aseguró tener cinco casas, un departamento, un terreno de 903 mil metros cuadrados y un rancho de 33.5 millones de metros cuadrados. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, tiene una casa y no reportó vehículos a su nombre.

Octavio Romero, director de Pemex, es dueño de una casa, dos departamentos y de tres terrenos rústicos.

Víctor Villalobos declaró dos terrenos, un departamento, un local, y un crédito hipotecario.

(Con información de Francisco Niento y Nayeli Cortés)

Por Manuel Durán e Iván Ramírez

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