Es el daño anual al Gobierno por evasión fiscal, piratería o deuda predial.
No se necesita ser huachicolero, asaltar trenes o ser funcionario para hacer mal uso de los recursos públicos para dañar a México.
Cada año, por evasión de impuestos, compra de piratería; por colgarse de la electricidad con diablitos y por no pagar el agua y predial, las arcas del gobierno dejan de recibir más de 650 mil millones de pesos, de acuerdo con estimaciones de especialistas, datos precisos del Servicio de Administración Tributaria (SAT), del Instituto Mexicano para la Competitividad y de la Coalición por el Acceso Legal a la Cultura.
La merma de impuestos es 10 veces más grande que los 65 mil millones de pesos que el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló como pérdidas por el robo de combustibles en el país.
El monto también es equivalente a los recursos que se necesitarían para construir dos aeropuertos como el que se canceló en Texcoco, ocho veces el presupuesto de carreteras, puertos y ferrocarriles ó 0.5 por ciento de valor de la economía.
De acuerdo a las cifras, son 32 mil millones de pesos por falta de pago de agua que podría utilizarse en infraestructura para mejorar el drenaje y la cobertura de líquido potable; 55 mil millones de pesos de predial para robustecer políticas de movilidad y desarrollo social; 25 mil millones de pesos (sólo en primer semestre de 2018) en diablitos que podrían mejorar el servicio en todo el país y 3.3 mil millones de pesos por comprar piratería de música, películas, software y libros.
Para Javier Oliva, investigador de la UNAM especializado en temas de seguridad, estas actitudes de omisión, como son la falta de pago de agua o predial o de comisión como compra de piratería o robo de electricidad fundamentan la tolerancia a las prácticas de la ilegilidad o que las empresas contraten despachos para no pagar impuestos. “Ya se han hecho tan comunes estas prácticas. Más bien habla de una falta de estado de derecho, pero en México aplicarlo es sinónimo de represión. Lo peor es que esto evidencia en la sociedad una falta de compromiso de servicio con la nación”, dijo.
En el rubro de la evasión fiscal, que asciende a 510 mil millones de pesos que estima el SAT, lo que más aporta es la ausencia del Impuesto Sobre la Renta (ISR), principalmente hecho por empresarios, al ejecutar prácticas como contratación de personal vía outsourcing, empresas fantasma creadas por funcionarios y las mismas firmas, además de la informalidad.
“Factores como la informalidad y la corrupción son dos de los factores que más lastiman al país en este tema”, comentó Jesús Sánchez Arciniega, investigador de la UNAM.
Las cifras no incluyen actos de sobornos entre el gobierno, las empresas y la ciudadanía comúnmente conocidos como moches o mordidas, los cuales se encuentran catalogados en el rubro de corrupción y equivalen a 2.3 billones de pesos, según la OCDE.
POR EVERARDO MARTÍNEZ, ADRIÁN ARIAS Y FERNANDO FRANCO
jrr