De acuerdo con investigación de la UNAM, este periodo es más pesado porque los consumidores gastan menos y las empresas aumentan sus precios.
Entre la incertidumbre y la inquietud, así inició 2019 para 70% de los mexicanos que deben enfrentarse a la “cuesta de enero” y a no saber de qué manera impactará en sus vidas el cambio de gobierno, coincidieron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explicó que una de las razones por las cuales la llamada “cuesta” se hace más pesada para los consumidores es porque, al registrar una reducción en sus ventas, las empresas aumentan sus precios para compensar la pérdida de ingresos. Mientras las empresas tienen esta estrategia para enfrentar el inicio del año, los consumidores no siguen estrategias similares.
“La cuesta de enero afecta a 70% de los mexicanos e implica reducciones importantes de consumo, y el segundo se caracteriza por una forma diferente de hacer política, lo que trae como consecuencia incertidumbre e inquietud”, explicó Violeta Rodríguez del Villar, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Para lograr escalar la cuesta de enero, Rodríguez del Villar recomendó sólo hacer las compras indispensables, reacomodar los esquemas de gasto, comparar precios y calidades, y evitar endeudarse. Durante enero incrementan los empeños que es una de las formas que encuentran las personas para resolver el desgaste económico, y enfrentar el aumento de precios, explicó.
Además del tema económico, este año se suma la incertidumbre generada por el cambio de gobierno puesto que no existe certeza de los resultados que se presentarán en el futuro; además de que existe una polarización “creciente” entre los distintos partidos políticos que no abona a la tranquilidad del ciudadano de a pie.
“El ambiente sociopolítico no está definido por una fecha precisa sino por las condiciones políticas, económicas y sociales. El Presidente cuenta con una amplia aceptación en ciertos aspectos, como las medidas instrumentadas para poner fin al robo de combustibles, por lo que percibimos a un mandatario fuerte para llevar a cabo las acciones de gobierno”, dijo Christian Salazar Montiel, politólogo, académico y coordinador de gestión de la Dirección de la (FES) Acatlán.
A pesar de este respaldo, opinó, “los cambios y promesas de campaña se pretenden implementar de manera rápida, y tal vez deberían ser graduales para orientar los recursos institucionales y económicos de manera óptima, sin causar caos o conflictos”.
A ello hay que sumarle que los partidos de oposición no se han dado a la tarea de construir políticas que sean una verdadera alternativa; en lugar de ello, dijo, sólo han reaccionado “de manera burda” a todas las decisiones, “con el objetivo de mostrarse diferentes ante el electorado”.
“Es momento de que entren en un proceso de madurez para apoyar las decisiones que beneficien a la sociedad, y colocarse como una oposición constructiva”.
LS