En periodo extraordinario, que inició ayer, la Cámara de Diputados aprobó en lo general con 362 votos a favor, 119 en contra y cuatro abstenciones —lo que le otorgó la obligada mayoría calificada—, y posteriormente en lo particular, la creación de la Guardia Nacional, que tendrá un mando civil en lo administrativo, pero operará en forma paralela con una “junta de jefes de Estado Mayor”, integrada por las secretarías de Defensa la Nacional, Marina y de Seguridad Pública.
Dicha junta, que no estaba contemplada en el dictamen original, fue suficiente para que la oposición, reducida en esta ocasión al PAN y Movimiento Ciudadano, advirtieran en tribuna que aquel nuevo organismo de seguridad “lleva a la Constitución a la militarización del país”.
El PRI finalmente se sumó a Morena, Encuentro Social (PES), PT y Partido Verde a favor del dictamen, mientras que el PRD votó dividido, prácticamente en mitades.
La minuta fue enviada al Senado, que fungirá como cámara revisora.
El diputado del PRI Rubén Moreira argumentó que con el voto a favor buscan darle una oportunidad al gobierno en turno, para que se ponga fin a la inseguridad.
Sostuvo que lo hacen pensando en los niños y niñas, que son el futuro del país, y en aquellas personas que han sido víctimas de la violencia.
Aseguró que “en el texto están muchas de nuestras palabras y, sobre todo, nuestra intención de cambiar para bien la situación que hoy vive México, que vive uno de los momentos más violentos en su historia. No regatearemos nada al esfuerzo de paz”, afirmó.
Entre las abstenciones destacan la de la diputada de Morena, Tatiana Clouthier, una de las más cercanas al Presidente Andrés Manuel López Obrador; y la del actor Ernesto Vargas —conocido como Ernesto D’Alessio—, integrante del PES, aliado incondicional a la bancada mayoritaria.
La diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, una de las más férreas opositoras a la Guardia Nacional e impulsora durante la sesión del lema: “La guerra no hace la paz”, denunció en tribuna que ese mecanismo de seguridad “es sólo una simulación, porque operativamente su funcionamiento estará a cargo de mandos militares”.
Al arranque del periodo extraordinario de sesiones, por medio de una adenda, la mayoría resolvió eliminar del dictamen la disposición original sobre que dicha Guardia estaría bajo mando castrense sólo durante los primeros cinco años de vida, en razón de que, señala el texto, “será un cuerpo civil”.
De igual manera y por la misma razón, también se suprimió la posibilidad de que el Congreso, por mayoría de las dos terceras partes, pudiera disolver a dicha corporación.
En defensa del dictamen, el coordinador de Morena, Mario Delgado, advirtió: “No podemos acostumbrarnos a la violencia. Hemos perdido la dimensión humana del dolor que representan más de 200 mil muertos, cada 20 minutos un mexicano es asesinado. No tenemos tiempo ni oportunidad de fallar. Terminemos la estrategia fallida de la guerra y démonos una oportunidad para la paz”.
La Guardia Nacional iniciará con 40 mil elementos de las secretarías de Defensa Nacional, Marina, así como de la Policía Federal.
En tres años planea tener 50 mil elementos, y como informó ayer ContraRéplica, de acuerdo con un documento de Morena, terminar este sexenio con100 mil integrantes, lo cual permitiría desplazar al Ejército, que hoy está en las calles en labores de seguridad, a sus cuarteles.
Al respecto, el general de Brigada del Ejército Mexicano en retiro, Benito Medina, diputado del PRI, único militar presente en el debate, indicó que el Ejército y la Marina aportarán a la Guardia 10 por ciento de sus efectivos, y que se estima que al final del sexenio los militares en su enorme mayoría se sustituyan por personal civil.
POR LUCIANO FRANCO