Las pérdidas económicas por el robo de combustible pasaron de 82 millones de pesos cada día, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, a 24 millones de pesos diarios del 31 de diciembre al 9 de enero de la actual gestión, es decir, hay una reducción de 71%.
De acuerdo con el micrositio habilitado por el gobierno federal www.informeseguridad.cns.gob.mxel daño económico por la extracción ilegal de combustible en el citado periodo de la gestión actual asciende a 241.1 millones de pesos.
Durante el sexenio pasado las pérdidas totales por robo de combustibles ascendieron a cerca de 180 mil millones de pesos, lo que implica una pérdida diaria de 82 millones en pesos en promedio, de acuerdo con estimaciones propias basadas en datos del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) y de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Según el documento Desvío de hidrocarburos, la tendencia del robo de combustible en la actual gestión, comparado con los meses de noviembre y diciembre de 2018, va a la baja, aunque no se identifican a los responsables del hurto.
La desviación promedio en diciembre fue de 56 mil barriles por día (MBD), 31 por ciento menos comparado con noviembre, último mes de la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto.
De hecho, la reducción del robo de combustible se comienza a reflejar desde el 21 de diciembre, cuando inició el plan contra el huachicoleo del presidente López Obrador, pues hubo una baja de 70 a 16 por ciento el promedio de lo robado.
Además, la página www.informeseguridad.cns.gob.mx, reporta que son nueve los principales ductos por donde se extrae ilegalmente la gasolina y el diésel.
El reporte cita que la extracción ilícita de combustible, en los primeros 12 días del año, se dio en los tramos Tuxpan-Azcapotzalco; Topo-Guamúchil; Guaymas-Obregón; Salamanca-Morelia, entre otros. De todas las vías de suministro, la de Tuxpan-Azcapotzalco es la más vulnerable.
En la administración anterior, la Subdirección de Salvaguarda Estratégica (SSE) de Pemex gastó 4 mil 909 millones de pesos en un proyecto para combatir el robo de gasolinas, que incluyó la compra de armas, unidades de patrullaje y vigilancia, software y capacitación de personal; sin embargo, no fue suficiente para evitar el aumento de 500 por ciento en las tomas clandestinas.
La estrategia contempló cuatro proyectos; el más caro fue el de Fortalecimiento de las Capacidades Operativas, que requirió 2 mil 521 millones de pesos para actividades de patrullaje e inspección de la infraestructura e instalaciones estratégicas de Pemex a través de equipo terrestre y aéreo; intercepción e interrupción rápida de las acciones del crimen organizado, a través de la movilización y el desplazamiento del personal, revela el Libro Blanco de la empresa.
Para armamento Pemex gastó 17.1 millones de pesos a fin de adquirir, a través de la Sedena, armas cortas y largas, debido a que el inventario anterior en su mayoría era obsoleto, “por lo que la capacidad y el volumen de fuego eran insuficientes para combatir al crimen organizado”, refiere el documento.
La petrolera también destinó 2 mil 195.5 millones en Gasto de operación derivado de los Proyectos de Inversión y Otras Iniciativas, así como 175 millones de pesos a Rehabilitación y construcción de los espacios de la Ex Refinería 18 de Marzo para actividades de seguridad física.
POR FRANCISCO NIETO Y ADRIÁN ARIAS
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