El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, juró el jueves ante el Tribunal Supremo de Justicia por un segundo mandato hasta el 2025 desafiando un cerco diplomático de gobiernos que cuestionan la legitimidad de su reelección, en un país donde la profunda crisis económica ha empujado a millones a emigrar.

Maduro, de 56 años, recordó al prócer Simón Bolívar y al fallecido presidente Hugo Chávez, su mentor político, al recibir su investidura en una sala repleta de funcionarios, jefes militares e invitados internacionales como los presidentes de Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador y Osetia del Sur.

Evo Morales (Bolivia), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Salvador Sánchez (El Salvador) y Daniel Ortega (Nicaragua) asistieron a la ceremonia en solidaridad con Maduro y en rechazo a lo que consideran una política intervencionista dirigida por Estados Unidos.

Por parte la Organización de Estados Americanos realizará una reunión extraordinaria paralela a la toma de protesta de Venezuela.

En noviembre, la hiperinflación en Venezuela alcanzó niveles récord con un alza interanual de los precios de 1,299 millón por ciento, según una medición de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, que lleva estadísticas ante la ausencia de cifras oficiales.

Los elevados precios en el país petrolero, que atraviesa su quinto año de recesión, impactan en el ingreso de los venezolanos y ha contribuido a que emigren unas 3 millones de personas, según Naciones Unidas.

En septiembre, la inflación llegó a un récord de un 233,3%, pero en octubre y noviembre el alza de los precios se desaceleró, lo que parlamentarios atribuyeron al comportamiento del dólar paralelo, cuya depreciación ha sido menor.

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