Cincuenta mil personas se manifestaron durante el octavo sábado consecutivo contra las medidas de austeridad.
El presidente francés Emmanuel Macron denunció una “violencia extrema” para “atacar la República” durante el octavo sábado consecutivo del movimiento chalecos amarillos que reunió a 50 mil personas en todo el país, y que estuvo empañado por enfrentamientos en varias ciudades.
“Una vez más, una violencia extrema vino a atacar la República, a sus guardianes, a sus representantes, a sus símbolos. Quienes cometen estos actos olvidan el corazón de nuestro pacto cívico. Se hará justicia”, escribió en su cuenta de Twitter.
Los 50 mil manifestantes significaron un claro repunte con respecto a los 32 mil del pasado 29 de diciembre, aunque la cifra queda muy por debajo de los 282 mil que salieron a las calles el 17 de noviembre, en el momento álgido de la protesta.
En París, donde de acuerdo con la Policía los chalecos amarillos reunieron a tres mil 500 personas, todo empezó sin incidentes, pero las cosas se agravaron a media tarde durante la marcha entre el Ayuntamiento y la Asamblea Nacional.
