El presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, dijo estar “satisfecho” por el trabajo realizado durante su sexenio y aseguró que se va a “reinventar” tras entregar este sábado el poder a su sucesor, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
A las puertas de su casa, en un exclusivo barrio de Ciudad de México, el hasta hoy mandatario deseó que al país “le vaya muy bien” en esta nueva etapa, antes de abordar el vehículo que le llevó al Palacio Legislativo de San Lázaro.
“No importa la óptica desde donde uno trabaje, lo importante es servir a México”, aseveró el político del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ataviado con la banda presidencial señaló a los medios que se va “satisfecho por lo logrado”, y “con insatisfacción por aquello que no se alcanza”.
Interrogado sobre qué hará tras dejar el cargo, Peña Nieto señaló que se retirará al ámbito privado y que no desea tener participación en la vida política del país.
“(Quiero) tener tiempo para pensar y reinventarme”, defendió.
Avanzó que pasará la tarde “exclusivamente” con “el núcleo familiar”: su esposa, Angélica Rivera, y sus hijos.
Peña Nieto se desplazó hacia el Palacio Legislativo custodiado con un fuerte operativo de seguridad, que contrastó con la caravana que acompañó a López Obrador, quien salió de su casa en su vehículo particular, un jetta blanco.
La salida del izquierdista rumbo a la ceremonia de investidura causó una gran expectación y a las afueras de su domicilio, en el sur de la capital, se concentraron un gran número de personas que acudieron para expresarle su apoyo.
Con información de EFE.
RAMG