La Comisión Nacional de Derechos Humanos indicó que el poder de ‘El Patrón’ sobrepasa, por mucho, el ámbito municipal y llega hasta el ámbito estatal y federal.
CIUDAD DE MÉXICO.- En su recomendación sobre los hechos ocurridos en Iguala los días 26 y 27 de septiembre de 2014, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) delineó el perfil de El Patrón quien, de acuerdo con el organismo, ordenó, coordinó y controló las acciones en contra de los normalistas de Aytozinapa y señaló que descubrir su identidad es uno de los aspectos estratégicos para conocer con certeza el destino de los 43 desaparecidos.
El organismo nacional detalló que se trata de alguien que debe tener un alto perfil con poder de decisión, situado por encima de líderes de células criminales y líderes municipales del crimen organizado, de lugartenientes y líderes regionales de grupos delincuenciales organizados.
Pero que su alcance y su poder sobrepasa por mucho el ámbito municipal y llega hasta el ámbito estatal y federal.
“La personalidad de El Patrón debe corresponder, necesariamente, con la de un líder, un líder criminal con autoridad sobre altos mandos policiales y autoridades, lo suficientemente poderoso para corromper y para que sus decisiones e instrucciones se ejecuten, desde luego por los miembros de una organización criminal, pero también por personas con cargos públicos y por agentes de cuerpos policiales de distintos niveles competenciales y de distintos municipios, al menos, en una región del territorio guerrerense.
Por la forma en que El Patrón actuó, tiene que tratarse de un individuo situado en la cúpula o en la cúspide de una estructura criminal desde donde puede someter tanto a cuerpos policiales de distintos municipios e, incluso, de diversos niveles competenciales, como a servidores públicos con cargos administrativos municipales de primer orden, añadió.
Un operativo de la magnitud del desplegado, para detener y desaparecer a 43 normalistas, necesitaba amplia coordinación y dominio del territorio, imposible de realizar sin la participación por acción u omisión de distintas autoridades federales, estatales y municipales, con presencia en la demarcación de Iguala”, asentó.
“Dados los resultados de identificación genética de dos de ellos, existe la posibilidad de que se pudieran identificar a otros”, añadió.
Dijo que la participación de El Patrón estaría corroborada con una prueba científica y técnica particularizada en la georreferenciación de la línea telefónica del subdirector de la policía de Cocula la noche del 26 de septiembre de 2014.
EL RETRATO HABLADO
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) describió a quien podría estar detrás de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Según la CNDH, la identidad de El Patrón concierne a un sujeto con alta capacidad de dirección y de organización para la realización de actividades ilícitas; con suficiencia para manejar multiplicidad de escenarios y gran cúmulo de datos; con la posibilidad de mantener el control de la información; con agudeza para emitir órdenes precisas y, si se requiere, simultáneas; con firmeza para tener el dominio de una pluralidad de operadores y ejecutores, tanto de su organización como de autoridades y corporaciones policiales; con un poder corruptor capaz de apoderarse del control y mando de diversas corporaciones de seguridad y de autoridades políticas y administrativas; con poder para destruir y ocultar evidencias que lo incriminen.
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