En un operativo de emergencia, bomberos y agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) lograron rescatar a cuatro hombres que estaban en un automóvil que cayó al mar en Chuburná Puerto, comisaría de Progreso.
En un operativo de emergencia, bomberos y agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) lograron rescatar a cuatro hombres que estaban en un automóvil que cayó al mar en Chuburná Puerto, comisaría de Progreso. Con la intervención de los uniformados evitaron que dichas personas murieran ahogadas.
De acuerdo a la corporación, el conductor del mencionado vehículo, alcoholizado al igual que los otros tres tripulantes, manejaba a exceso de velocidad y perdió el control en la curva del refugio pesquero que va hacia el playón de Chuburná , saliéndose del camino y proyectándose al agua.
El auto, un Chevrolet Attitude, comenzó a hundirse y a ser arrastrado por la corriente, con los cuatro hombres atrapados en su interior.
En ese momento, pasaban por el sitio unidades de la Policía Estatal del Grupo Dorados y Vigilancia de la Zona Costera, cuyos elementos de inmediato procedieron al rescate, en una acción rápida que estuvo a punto de costarle la vida a un oficial.
El Policía Tercero, Israel Vázquez Cen, se sumergió al mar, rompió un cristal del vehículo entró y con el apoyo de sus compañeros policías y bomberos, sacó a los desesperados pasajeros.
El uniformado, tras lograr el rescate, estuvo a punto de quedar atrapado en el auto, que ya estaba totalmente hundido. Afortunadamente recibió el apoyo de buzos y bomberos que vigilan la costa en lanchas de la corporación.
La SSP informó que en el rescate también intervinieron pescadores que al percatarse del suceso se acercaron a ayudar. Mientras un grupo de elementos policiacos sacaba a los accidentados, otros ataron cuerdas a camionetas oficiales para evitar que el automóvil fuera arrastrado por la corriente marina.
Los instantes de angustia terminaron cuando los cuatro ciudadanos quedaron a salvo y el policía logró salir del vehículo que ya estaba prácticamente hundido.
Por Herbeth Escalante
