Estos norteamericanos no portan placa ni identificación policiaca.

 

 

 

 

 

Tampoco han sido desplegados por el gobierno. Ellos son centinelas voluntarios, fuertemente armados, que se han dado a la tarea de patrullar los puntos más remotos de los 3 mil 145 kilómetros de frontera, que comparten México y los Estados Unidos. Lugares como éste, a dos horas de cualquier ciudad, aquí, en San Ygnacio, Texas, a metros del Río Bravo y Falcón Tamaulipas, donde no hay muros, ni soldados ni alambres de púas, y apenas una casi inexistente presencia de la Patrulla Fronteriza.

Aquí es donde ellos cazan a inmigrantes.

“A la derecha esta México y los Estados Unidos a tu izquierda. Aquí no hay barda, no hay nada. Sólo árboles y arbustos!”, explicó Joseph Revert, paramilitar norteamericano.

Él es Joseph, miembro del grupo paramilitar “Texas Border Rangers”. Pelotón de aproximadamente 400 voluntarios, armados hasta los dientes. Ellos por su propia mano y a su manera ejecutan la ley y el orden fronterizo. Sin que ninguna autoridad federal, estatal o local les diga nada.

La retórica antiinmigrante del presidente de los Estados Unidos se ha convertido en su llamado a las armas. Para los miembros de este grupo de civiles, formado desde la década de los noventa, Donald Trump tiene toda la razón al atacar a los inmigrantes  indocumentados.

“Él va hacer algo acerca de esta frontera. Veo a Trump abrir su boca y sí dirá cosas que algunas personas ofenda o consideren racismo, pero yo no lo veo así. Yo veo cómo él está hablando de un problema que muchos prefieren ignorar”, añadió Joseph Revert, paramilitar norteamericano.

Están convencidos de su misión: detener a quien intente cruzarla de manera ilegal a los Estados Unidos.

Por su parte, Roger Brauer, también paramilitar norteamericano, dijo: “Ellos van a estar tomando su capuchino, en plena cafetería de Nueva York, y criticando que como ellos no ven nada, entonces nosotros estamos mal. Que no sabemos de lo que hablamos. Es que creen que esto no les afecta”.

Más del 70% de estos paramilitares son exsoldados norteamericanos, veteranos de Iraq, Siria y Afganistán. Su entrenamiento militar, dicen, no sólo los califica para poder patrullar la frontera de su país; sino también para rescatar a inmigrantes abandonados por “coyotes” en pleno desierto.

Según el Southern Poverty Law Center existen 300 grupos paramilitares en los Estados Unidos, con aproximadamente 60,000 a 100,000 miembros voluntarios.

Muchos portan rifles AR-15 semi-automáticas, modificadas para actuar como metralletas y pistolas Glock tipo escuadra. Además de cuchillos militares. Consideran a todo individuo, esté armado o no, que intente cruzar la frontera, como un enemigo de la nación y no tienen problema alguno en usar sus armas, para defender, dicen, a los Estados Unidos.

Si alguien quiere comenzar un pleito conmigo o atacarme, entonces esto les puede dar una muy buena razón de reconsiderar sus decisiones de vida”, sentenció el paramilitar Billy Mahem.

Como prueba, y para justificarse, usan las imágenes de esta cámara escondida puesta por ellos en la frontera con Sonora.

“No lo hago por fama ni por fortuna, porque esto es ‘terriblemente quebrado’. Lo hago por todos, porque no tenemos idea de lo que está cruzando por esta frontera”, dijo Tim Foley, líder de Arizona Border Recon.

Uno tiene que manejar tan sólo dos horas al sureste de Laredo para llegar a puntos totalmente desolados como éste; aquí a las afueras de San Ygnacio, Texas. Aquí está el Río Bravo, del otro lado está el estado de Tamaulipas y aquí termina Texas. Aquí tampoco hay bardas ni soldados ni alambres de púas; sólo el Río Bravo. Es por aquí, aquí sí cruzan los inmigrantes indocumentados y la vigilancia es literal, inexistente. Y es aquí donde se dirigen escuadras de paramilitares para patrullar y detener a los indocumentados, sin ningún tipo de supervisión gubernamental.

“Está bien y políticamente correcto que nos cataloguen como racistas y ese tipo de cosas, está bien. En lo personal prefiero el término extremista doméstico. Porque si el levantarme del sofá y hacer algo es algo extremo, entonces sí, sí soy un extremista”, añadió Tim Foley, líder de Arizona Border Recon.

Oficialmente, la patrulla fronteriza condena el patrullaje y portación de armas por parte de los grupos paramilitares en las áreas aledañas a la frontera con México. No obstante, la realidad es otra, ya que no hacen absolutamente nada para detenerlos.

Son los exsoldados que conforman las fuerzas civiles en la frontera con México, en nombre de Donald Trump, cazando inmigrantes hispanos.

Con información de Francisco Villalobos, Noticieros Televisa

AAE

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