El gobierno federal sólo habilitó un albergue para alojar a quienes solicitaron su permanencia legal

 

 

 

 

La mayoría de los migrantes centroamericanos que integran la caravana migrante, que está en la Ciudad de México, rechazaron el ofrecimiento de las autoridades federales de contar con medidas de protección, entre ellas las del refugio, esto aunque se les dio la orientación y asistencia.

”En su gran mayoría, los integrantes de este grupo rechazaron las garantías y facilidades que otorga el gobierno de nuestro país para acogerse a las medias de protección internacional, como es la de refugio”, informó la Secretaría de Gobernación (Segob).

También declinaron solicitar su integración al programa temporal del gobierno federal ‘Estás en tu casa’, el cual les permite permanecer en México y tener servicios médicos, educativos y empleo temporal.

La caravana migrante ha transitado por Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla, en donde han tenido apoyo humanitario, como albergue, alimento, servicios médicos y orientación en materia migratoria.

“La Segob, a través del Instituto Nacional de Migración (INM), mantiene estrecha coordinación con las autoridades de Chiapas, Oaxaca y Querétaro, a las que se orientó respecto a las necesidades que requiere la atención a los integrantes de la caravana”.

Además, la Comisión Mexicana para la Ayuda a Refugiados (Comar) trabaja con los gobiernos estatales para atender a las personas que necesitan asistencia humanitaria y legal para solicitar el refugio o para regresar, por petición expresa, a su país de origen.

“El INM ha redoblado la coordinación con organismos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a fin de que sea ésta la que canalice las solicitudes de retorno voluntario asistido”.

Las autoridades federales aclararon que el INM habilitó un albergue para los extranjeros que decidieron solicitar refugio, quienes obtuvieron un sitio donde alojarse mientras continúa el trámite legal.

Por lo que el albergue que se habilitó en la Ciudad de México corre a cuenta de las autoridades locales, quienes también brindaron apoyo desde que la caravana estaba en Oaxaca.

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