Una firma francesa avaló la operación simultánea del AICM y el que propone el nuevo gobierno, aunque se necesitaría reorganizar rutas, capacitar a controladores y revisar si es factible la conectividad.
Sin importar el resultado de la consulta sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la Base Militar de Santa Lucía tiene los días contados.
Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, explicó que, si la terminal se queda en Texcoco, la base interferirá con la trayectoria de los vuelos. Si se opta por la operación simultánea del actual aeropuerto con pistas en Santa Lucía, se debe reubicar al personal militar y a sus familias.
Adelantó que incluso la Sedena ya busca terrenos en Querétaro para construir un nuevo aeropuerto militar.
Jiménez Espriú presentó ayer un estudio de la firma francesa Navblue que ve factible la propuesta del gobierno electo, es decir, operar al mismo tiempo el AICM con pistas en la base de Santa Lucía.
Sin embargo, aclara que para esto se requiere capacitar a controladores aéreos y evaluar aspectos económicos, de conectividad y los sistemas de control de tráfico aéreo.
La operación de ambas terminales sería posible si se hacen los cambios necesarios, dice Jiménez Espriú.
La propuesta del gobierno electo de mantener operando el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México de forma simultánea al de Santa Lucía es viable desde el punto de vista del espacio aéreo, aseguró Javier Jiménez Espriú.
El propuesto como titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes señaló que, de acuerdo con un estudio encargado a la empresa francesa Navblue, la operación de ambos aeropuertos sería posible si se realizan las modificaciones necesarias.
“Es un estudio muy detallado, antes de que se inicie la consulta, que las dos opciones que se están presentando, unas tienen unas ventajas, otras tienen otras, las dos opciones son viables.
“Estamos diciendo que vamos a ofrecer dos opciones viables para que la comunidad nacional dé su opinión y decida por cuál opción debemos inclinarnos”, dijo el futuro funcionario federal.
Las adecuaciones requeridas para la operación conjunta de los aeropuertos serían la reubicación del faro aéreo de San Mateo y la capacitación de controladores aéreos, entre otras, comentó Jiménez Espriú en rueda de prensa.
“El estudio (realizado por Navblue), que es muy profesional, muy serio y que indica que habrá que hacer una serie de cosas, entre otras, reestructurar el espacio aéreo, modificar los sistemas de aproximación del aeropuerto actual e instalar sistemas modernos en Santa Lucía y, desde luego, capacitar a los controladores”, puntualizó.
Reconoció que el estudio sólo aborda el tema del espacio aéreo, y que para la operación simultánea de los aeropuertos aun deben evaluarse aspectos económicos, de conectividad, la infraestructura y los sistemas de control de tráfico aéreo, que no están contemplados en el plan maestro dado a conocer en julio pasado.
El estudio elaborado por Navblue tuvo un costo de 150 mil dólares y fue realizado con base en información brindada por Grupo Riobóo, empresa dirigida por José María RioBoó.
Y sin importar el resultado de la consulta, la base militar de Santa Lucía tiene los días contados, aseguró.
Adelantó que sea cual sea la opción que decida el presidente electo, el aeropuerto de Santa Lucía dejará de tener carácter militar y ya se buscan opciones para reubicar a los habitantes de la base militar.
“Si vamos por la opción dos (el AICM junto con Santa Lucía) y usamos esos terrenos (para habilitar pistas y terminal del aeropuerto comercial), hay que reubicarlos.
“Si vamos por la opción uno, con el NAIM (que se construye en Texcoco), la base aérea no puede funcionar en Santa Lucía porque ahí sí hay una interferencia en las trayectorias de los vuelos por la orientación de las pistas”, reconoció Jiménez Espriú.
Adelantó que la Secretaría de la Defensa ya busca terrenos en Querétaro para reubicar a los habitantes de la base aérea y para construir un nuevo aeropuerto militar.