El próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, afirmó que, al no haber avión presidencial, lo más conveniente será quitar el hangar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

 

 

 

 

“Hay sitios para hacer algunas plataformas remotas y a lo mejor quitamos el hangar presidencial. Si ya no va haber avión, ¿para qué lo queremos?”, dijo.

De quitarse el hangar, ese espacio sería utilizado para que las aeronaves puedan hacer cargamentos o descargar a los pasajeros con ayuda de plataformas, lo que aumentaría la capacidad del actual aeropuerto que tiene una saturación de clientes, explicó.

“Lo podemos modernizar, actualizar y mejorar aumentando la frecuencia y podemos disponer en un año, o año y medio, de un aeropuerto que sin inconvenientes de saturación pueda tener de 48 a 50 millones de pasajeros”, informó.

Adelantó que para la consulta ciudadana que decidir el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), se imprimirán un millón de boletas con una sola pregunta.

Reiteró que a partir de que tome posesión Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre, se lanzará una convocatoria para vender o rentar el avión presidencial y la flotilla área completa.

El próximo funcionario señaló que la consulta para el NAIM, no es ilegal; y tampoco es la tradicional consulta popular contenida en la ley ya que se trata de recabar la opinión de la ciudadanía en un tema de suma importancia.

Agregó que desde su punto de vista no hay sesgo en la pregunta que contendrá la consulta y reiteró que podrían participar entre 500 mil y un millón de personas y para tal efecto serán impresas un millón de boletas.

El hangar presidencial alberga al Boeing 787 Dreamliner que fue adquirido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en 2012, durante el mandato de Felipe Calderón, la aeronave llegó al AICM desde la planta de Boeing en Seatle, Washington, Estados Unidos.

El avión tiene una capacidad de 242 pasajeros, puede recorrer hasta 14 mil 500 kilómetros sin recargar combustible, por ejemplo, de México a El Cairo o Moscú.

En un principio la Sedena había informado que el costo del aparato se estimaba en 2 mil 169 millones 544 mil 630 pesos. No obstante, la Secretaría de Hacienda precisó que fueron 8 mil 70 millones 56 mil 335 pesos.

El avión presidencial fue adquirido por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) en 2 mil 952 millones de pesos, instancia que acordó con la Sedena un arrendamiento financiero a 15 años por 7 mil 560 millones, el costo aumenta cada año, por lo que cuando Andrés Manuel López Obrador tome posesión se habrá cubierto apenas 19.18 por ciento y se prevé que el costo total será saldado hasta 2027.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here