El Banco Central rompió este jueves la sincronía que tenía con la Reserva Federal al dejar sin cambios la tasa de interés en 7.75 por ciento en una decisión dividida.
El Banco de México dejó sin cambios su tasa de referencia en 7.75 por ciento, pero por primera vez en el año la decisión no fue unánime, sino por mayoría.
Según el comunicado del banco central, un miembro de la Junta de Gobierno, integrada por cuatro subgobernadores y el gobernador, optó por un aumento de 25 puntos base, mientras que el resto decidió mantener la tasa.
La votación dividida cobra relevancia debido a que, según analistas, abre la puerta para un nuevo incremento a la tasa en lo que resta de este año, a pesar de que la mayoría de los analistas ya no esperan más movimientos.
“Un voto disidente inclinado por un alza de tasas para esta junta, sumado al conjunto de riesgos al alza para la inflación, hace que no se pueda descartar un incremento en el corto plazo”, señaló Alberto Ramos, economista en jefe para América Latina de Goldman Sachs.
Según el especialista, los factores que pueden guiar a la Junta por una nueva alza en lo que resta del año son, en primer lugar, unadepreciación adicional del peso; en segundo,mayores presiones inflacionarias derivada del alza en salarios y de aumentos en ciertos productos; en tercero, signos de deterioro en la postura fiscal, y, por último, un aumento de los riesgos externos.
En lo que resta de 2018, Banxico tendrá dos juntas más, a realizarse el 15 de noviembre y el 20 de diciembre. Según el mercado de derivados, la probabilidad de que el banco suba su tasa el último mes del año subió ayer a 89.7 por ciento.
La reciente aprobación del Acuerdo Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (AMEC) fue un factor decisivo para que la Junta de Gobierno decidiera mantener sin cambios la tasa objetivo, según el comunicado. El lenguaje del comunicado también dejó ver una menor preocupación de la Junta de Gobierno, en comparación con las juntas anteriores.
Bonos del Tesoro
Ante un inminente aumento de tasas en Estados Unidos impulsado por el buen desempeño de esa economía, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ha comenzado una escalada que lo ha llevado a un nivel de hasta 3.23 por ciento, una cifra no vista desde 2011.
Lo anterior provocó una mayor demanda de dólares que impactó a la moneda mexicana de forma negativa. Ayer, previo al anuncio del Banco de México, el tipo de cambio del peso frente al dólar tocó un máximo de 19.20, para cerrar la jornada en 19.17 unidades.
“Banxico no puede desligarse completamente de la Fed en un entorno altamente incierto y volátil”, explicaron especialistas de Banorte-Ixe en un reporte.
El propio Banco de México advirtió que esto podría ser un factor que modifique sus acciones de política monetaria. “Entre los principales riesgos al alza, destaca que la cotización de la moneda nacional se vea presionada tanto por mayores tasas de interés externas, como por otros factores externos e internos”, apuntó la autoridad monetaria en su informe