La Cámara de Diputados tiene una nómina de 6 mil 644 plazas laborales que se traducen en un gasto anual de 3 mil 812 millones de pesos en salarios y prestaciones.
Esa es la herencia que reciben los actuales diputados federales, que con mayoría de Morena buscan aminorar el gasto en aras de la austeridad planteada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Un análisis de la bancada de Morena muestra que el monto es la mitad del presupuesto de la Cámara Baja en 2017.
Lo erogado en la nómina equivale al presupuesto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en 2018, que es de 3 mil 893 millones de pesos.
El diputado federal Javier Hidalgo dijo que la de San Lázaro es una “burocracia dorada” e informó que se busca ahorrar de mil 500 millones a 2 mil millones de pesos con una propuesta que presentará en breve.
Explicó que no se permitirá que se “inventen cargos” para contratar y repartir espacios en las bancadas, como en las pasadas legislaturas.
Especialistas consideraron que es una “burocracia innecesariamente grande” y “oscura” que tendrá que transparentarse.