Denver, Colorado.- “Estamos tratando de evitar lo más posible que nuestra gente sea sorprendida por las autoridades para arrestarla y deportarla”, dice Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota acerca de la Red de Respuesta Rápida (CORRN), que Colorado y Wyoming han unido para ayudar a la comunidad indocumentada.


“Cuando están detenidos, acudimos en su ayuda con abogados para orientarlos en sus derechos y en lo que deben hacer, según sea cada caso”, describe a EL UNIVERSAL este padre de familia mexicano-estadounidense. “Lo importante es orientarlos antes que cualquier cosa suceda, para que no cometan errores si llegan a ser detenidos”.

La red de los dos estados unió esfuerzos porque ambos pertenecen al mismo distrito que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) vigila en esa área de Estados Unidos. Una de las razones, explica, “por las cuales se unieron ambos estados, es para reforzar el mensaje al ICE, de que estamos vigilando muy de cerca que no violen los derechos fundamentales de nuestra gente; porque en este país, aunque no tengas documentos para trabajar, tienes garantías y debemos protegerlas y hacerlas valer”.

En Colorado, la Red de Respuesta Rápida se creó en junio de 2017; tiempo después Wyoming hizo lo mismo. Aunque tienen grandes diferencias en cuanto a población indocumentada, las organizaciones aseguran que basta que haya un inmigrante, trabajador, sin problemas con las autoridades y buen residente, para que tenga derecho a ser orientado para que defienda sus derechos. En Colorado se calcula que viven actualmente alrededor de 200 mil indocumentados, mientras que en Wyoming hay un promedio de 5 mil

Una de las sesiones informativas que organizan

Ben alerta de que en la administración de Donald Trump se “ha empoderado a las agencias federales contra nuestra comunidad. Estamos viendo muchas cosas que antes no sucedían, como muchos abusos de autoridad, engaños y mentiras”.

En los últimos meses, de acuerdo con medios locales y nacionales, agentes del ICE han roto o forzado puertas de casas o departamentos para ingresar sin órdenes de cateo y sin autorización de quienes ahí viven. Antes, indica Ben, no había que estar cuidando “a los policías para que no ayudaran a agentes federales de inmigración para identificar a indocumentados. Ese tipo de actitudes existían muy rara vez con [el ex presidente Barack] Obama o, incluso, con [George W.] Bush, aun cuando ambos permitieron cientos de miles de deportaciones, pero nada como lo que hoy vivimos”.

La Red de Respuesta Rápida de Colorado y Wyoming cuenta con más de un centenar de voluntarios, que suelen estar en otras organizaciones de apoyo. Además de sesiones informativas, distribuyen volantes, explicando a los migrantes indocumentados qué hacer y qué no en caso de que agentes del ICE se presenten en sus casas o trabajos.

“No abras la puerta”, es una de las recomendaciones a los migrantes cuando los agentes llegan a sus hogares. Les recuerdan que los oficiales no pueden irrumpir sin una orden de cateo. En los trabajos, destacan la importancia de no correr y no llevar documentos falsos, por ejemplo.

“Tenemos abogados, economistas, contadores, ingenieros, arquitectos y administradores. Pero también jardineros, contratistas, albañiles, domésticas y comerciantes. Somos una mezcla de los distintos niveles socioeconómicos trabajando en armonía por el bien de nuestras comunidades”, describe Ben, quien también es representante de Mi Familia Vota, una organización que entre otras cosas busca inscribir a ciudadanos de origen hispano para que participen en las elecciones.

Arturo, un indocumentado que prefirió no revelar su nombre real por su seguridad, explica a este diario que la red “ayudó a una vecina, a muchos, porque nos dicen lo que debemos hacer o no cuando algún agente —federal— nos detenga y cosas así. A mi vecina un día sí le cayeron los oficiales y le tocaban y tocaban a su puerta, me contaba, y nada que abrió”, describe este hispano de origen mexicano.

“Estaba muerta de miedo con un nieto ahí dentro, creía que iban a tumbar la puerta, pero como no hizo ruido ni contestó, al rato se fueron”, explica el hombre.

Como esa, hay un sinnúmero de anécdotas que esta comunidad puede contar. “Yo soy jardinero aquí —en Denver— y paso mucho susto todos los días con varios compañeros; no sabemos qué día van a parar la camioneta donde vamos a trabajar o nos van a caer en alguna parte; se sufre mucho últimamente, aunque no voy a mentir, también andamos ganando dólares para mandar a la familia —en México—”, concluye Arturo.

Uno de los volantes que distribuye la Red de Respuesta Rápida entre los indocumentados.

“Mi Familia Vota es una de las organizaciones que apoya dentro y fuera de Colorado y Wyoming a la Red de Respuesta Rápida. “Somos varias agrupaciones más, algunas locales, pero otras nacionales, como la nuestra; es la única manera de protegernos”, dice Ben.

También participan en esta red Juntos Colorado, Alianza Popular de Colorado, Padres y Jóvenes Unidos, y El Comité de Servicios de Amigos Americanos entre otros. Agrupaciones de este tipo han comenzado a funcionar en diversos estados de Estados Unidos.

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