El líder empresarial expuso que para llegar al acuerdo bilateral anunciado el lunes México tuvo que ceder, modificar algunas de las reglas existentes con el Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN) de 1994, que implican retos en materia de textil, automotriz y de medicamentos, pero que son sostenibles, evaluó el presidente de la Confederación Patronal de la República Méxicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos.
El líder empresarial consideró que el acuerdo comercial alcanzado con Estados Unidos no es óptimo, pero es bueno dadas las circunstancias y marca el inicio de la siguiente etapa para conseguir un tratado trilateral, en el que se pueda incorporar Canadá.
“Es una negociación que inicia bajo amenaza, se realiza bajo amenaza y eso marca desde luego el origen de la negociación. Para decirlo coloquialmente, el TLC era un Titanic en proceso franco de hundimiento, hay un barco gemelo como había respecto al Titanic, que era el Olimpia. Lo que esperemos es que ese llegue a tiempo para que tengamos un trasatlántico parecido en sus capacidades, pero que no se hunda”, explicó.
El empresario advirtió en que los próximos 30 días se negociarán “las letras chiquitas” y será fundamental el cuidado que tendrán los involucrados, para que su implementación no afecte a industrias tan importantes como la automotriz.
Explicó que “los acuerdos logracos hasta ahora son conceptuales, falta la redacción con puntos y comas, en lo cual puede haber un fortalecimiento o puede perderse una buena oportunidad” de lo alcanzado durante cinco semanas de negociaciones.
Dijo la Coparmex está razonablemente optimista de cara a la integración de Canadá a las conversaciones, ya que es viable que el viernes se tengan noticias de un tratado comercial trilateral.