Veracruz.- Siete días después de su captura, Luis Ángel “N”, exfiscal General del Estado de Veracruz, fue vinculado a proceso por el delito de desaparición forzada en la modalidad de ayudar a eludir la impartición de la justicia o entorpecer las investigaciones por desaparición forzada.
La Fiscalía General del Estado (FGE) tendrá seis meses para realizar la investigación complementaria, que consiste en llevar a cabo 20 diligencias, luego que así lo determinara a juez de Control, Alma Aleida Sosa Jiménez.
Al exfuncionario se le señala por ordenar el ocultamiento del cuerpo del expolicía David Lara Cruz, desaparecido el 12 de enero de 2016 y cuyos restos fueron hallados junto con otros 18 en la barranca de La Aurora, cerca de la academia de Policía de El Lencero.
De acuerdo a la acusación, Luis Ángel “N” habría ordenado ocultar por lo menos 13 cuerpos, entre ellos el del policía, por órdenes del entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa, en colaboración con el exsecretario de Seguridad Pública, Arturo “N”.
El 11 de mayo la FGE de Veracruz obtuvo la orden de aprehensión en contra del exfiscal general y el 13 de mayo el gobierno Estatal ofreció una recompensa de 5 millones de pesos a quien diera información sobre su paradero.
El domingo 17 de junio el exfiscal de Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte fue aprehendido en la Ciudad de México por el delito de desaparición forzada y trasladado al juzgado de Pacho Viejo en donde se iniciaron las diligencias. Desde entonces permanece recluido en el penal de del mismo nombre.
A Luis Ángel “N” se le acusa de haber ordenado a personal bajo su mando ocultar y alterar el hallazgo de por lo menos 13 cuerpos de los 19 que fueron encontrados en enero del 2016 en la Barranca de la Aurora, ubicada en el municipio de Emiliano Zapata muy cerca de la academia policial El Lencero; también se le acusa de haber facilitado a los implicados en este delito eludir a la justicia.
El exfiscal aseguró que la Fiscalía General del Estado “actúa con sesgo y manipula a testigos para hacerme parecer un monstruo”.
Acusó que hay un “esquema perverso” para introducir testimonios inverosímiles y contradictorios para señalarlo por este delito y que las autoridades presentaron con “dotes de mago” las declaraciones de quienes lo culpan sin tener los elementos suficientes para hacerlo.
