Hermosillo, Sonora.- Como parte de las actividades de integración y formación que se llevan a cabo dentro del Segundo Campamento Formativo Umpam, los jóvenes primo infractores tuvieron actividad física en el Parque Madero seguido de una visita para presenciar el proceso de creación de escobas y trapeadores por parte de personas ciegas y débiles visuales que conforman la empresa La Providencia.
Además llegaron al negocio que encabeza Alberto García, donde se repara calzado y aparatos electrónicos, con la característica que los empleados que tiene son personas que se encuentran en sillas de ruedas.
Desde las 7:00 de la mañana los jóvenes del Segundo Campamento comenzaron con las actividades físicas, siendo en este día que realizaron circuitos de activación y acondicionamiento físico, guiados por Abner Arce Arriola, encargado de poner en forma a los agentes municipales.
Abdominales, lagartijas, sentadillas, burpees, desplantes, caminata y más ejercicios formaron parte de las actividades deportivas.
Más tarde acudieron a la fábrica de escobas y trapeadores La Providencia, ubicada en la colonia Olivares, donde pudieron apreciar cómo los trabajadores elaboran estos aditamentos para limpieza en el hogar de forma profesional y detallada.
Cada trabajador de esta empresa tiene discapacidad visual, lo que hizo que valorar aun más a los jóvenes visitantes sus facultades para enfrentar de manera distinta la vida y las adversidades.
El propietario del negocio recibió de manos de Martha Flores, encargada del Umpam, un reconocimiento por fomentan enseñanzas invaluables y experiencias enriquecedoras en la vida de estos jóvenes.
También visitaron el negocio que se ubica en el interior del Parque Copacabana, donde Alberto García trabaja junto a varias personas en sillas de ruedas reparando calzado y electrodomésticos.
El titular del negocio les contó su experiencia de vida a los integrantes del campamento Umpam, así como el accidente que lo dejó sin movilidad inferior, exhortando a los muchachos a luchar siempre para cumplir sus metas, sin importar los tropiezos que se puedan tener en el camino.