Ante la llamada “guerra arancelaria” que se ha desatado entre México y Estados Unidos, Luis Huesca Reynoso, economista e investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (Ciad), explica cuáles podrían ser las consecuencias para los consumidores mexicanos.

Después de que el último día de mayo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondría aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio importado de México, Canadá y la Unión Europea, la Secretaría de Economía mexicana anunció una serie de medidas “espejo”.

Dicha respuesta contempla impuestos en alimentos como embutidos, quesos, manzanas, arándanos, carne de cerdo, etcétera, así como en lámparas de luz, aceros y tubos, que se usan en la industria manufacturera y electrónica, entre otros, con tasas que van desde el 5% hasta el 25%.

En ese sentido, el académico del Ciad prevé un posible ajuste de precios al alza causando que la inflación afecte el bolsillo del mexicano, pues los comercializadores de los productos anteriormente mencionados trasladarán dichos gravámenes al precio final al consumidor.

Cabe decir que México no es totalmente autosuficiente en su demanda de acero y aluminio, ya que las cifras de la balanza comercial en ambos muestran un déficit por el orden del 10%.

Agregó que el peso mexicano ya muestra señales de depreciación ante el dólar estadounidense, manifestación de que existe nerviosismo en los mercados bursátiles frente a la relación económica bilateral que se dé entre ambos países en el futuro inmediato.

“El objetivo de México debe ser fortalecer las políticas internas, tal como lo está haciendo Estados Unidos; esto es, fortaleciendo el mercado interno y los salarios mediante la sustitución de insumos (producirlos internamente) que son necesarios para generar más valor agregado en el país y, con ello, evitar la dependencia con el vecino del norte”, afirmó el investigador.

El costo de la gasolina también podría incrementarse, añadió el experto, ya que México compra a Estados Unidos hasta el 60% de los hidrocarburos que se comercializan en la república, y uno de los factores para establecer su precio en el mercado es el tipo de cambio dólar-peso mexicano.

Huesca Reynoso considera que este escenario ofrece una oportunidad para que México busque relaciones de negocios con América Latina, Asia y Europa, aprovechando tratados con los que ya se cuenta y que están subutilizados, con el fin de diversificar nuestras exportaciones.

Por último, mencionó que lo anterior se vuelve inminente ante la incertidumbre de si se llegará a un acuerdo sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los términos en los que pudiera darse y hasta cuándo podría lograrse.

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