Ciudad de México.- Su espectacular ascenso como diputado federal a coordinador parlamentario, que después lo catapultó a la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN) y finalmente, a su sueño de aspirar por la Presidencia en una alianza sin precedentes con el PRD y Movimiento Ciudadano, parece perder impulso: Ricardo Anaya se mantiene en la batalla por los votos, aunque el tiempo se le acaba.

A menos de un mes de que concluya el proceso electoral y con un relanzamiento de campaña, el abanderado de la coalición por México al Frente debe redoblar esfuerzos, si espera dar la batalla contra Andrés Manuel López Obrador, quien se ha mantenido firme como puntero en las encuestas con más de 22 puntos de ventaja.

Los consultores y estrategas se dieron cuenta de que la principal preocupación del electorado no era la corrupción, sino la seguridad, y decidieron colocar la palabra “paz” al centro de la campaña.

“Mexicanos al Grito de Paz”, “La Paz es Justicia y Felicidad”, “Paz con un Cambio Inteligente de Estrategia”, son algunas de las frases que ha incorporado Anaya a su discurso tras el debate de Tijuana.

Sin embargo, mientras el tiempo se acorta la ventaja se mantiene y esto se ve reflejado también en su fallida interacción con los votantes. En sus primeros dos meses de campaña 43 de los 217 eventos programados por Ricardo Anaya fueron cancelados. En contraste, López Obrador registró 200 eventos hasta el 31 de mayo y sólo canceló 10.

Según los colaboradores del candidato, la llamada “mesa de comando”, en la recta final van a redoblar el paso para revertir la percepción de que la elección ya está definida en favor de AMLO.

‘Desvirtuó al PAN en un partido de cuotas’

“Ricardo Anaya convirtió al PAN en un partido de cuotas, un remedo del PRI y del PRD”. Con ese diagnóstico, Jorge Camacho, excoordinador de campaña de Margarita Zavala, dijo que mejor pensaba en votar por José Antonio Meade el próximo 1 de julio.

Camacho dice desconocer si la excandidata presidencial independiente va a tomarse la foto con Anaya, pero suelta un dato que hace parecer inviable esa fotografía. La última comunicación que tuvo Margarita directamente con Anaya fue el 3 de octubre de 2017, dos días antes de que anunciara su renuncia al partido de sus amores.

El exvocero, que también militó una década en el PAN, enumera los errores de Anaya en su afán con quedarse con la candidatura presidencial: cancelar la vida democrática interna, sustituir las ideas por las cuotas, desdibujar la ideología panista en una alianza con el PRD y MC y hacer una negociación en la que el PAN da todo a cambio de nada con sus aliados.

Camacho agregó que Anaya calculó erróneamente una suma aritmética entre los tres partidos, sin explicar al electorado una propuesta atractiva de gobierno, lo que está costando más de lo que se pensó, puesto que los militantes del sol azteca o el partido naranja votarán por sus candidatos, pero no lo apoyarán en la Presidencia.

Lucha contra voto ‘cruzado’ 

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Con acceso a datos del cuarto de guerra del candidato panista, se corroboraron los múltiples problemas que enfrenta la coalición Por México al Frente para hacer que su campaña funcione.

Al construirse desde la cúpula, y no de lo local hacia arriba, el Frente no logró cohesionarse como fuerza homogénea en todo el país, ni siquiera en los estados con elecciones concurrentes. La negociación e imposición de candidaturas desde las dirigencias nacionales provocaron fracturas en el PAN y el PRD, fuga de liderazgos locales y nacionales de ambos partidos, sobre todo hacia Morena, y campañas de brazos caídos en diversos municipios.

‘Re-reunificar’ a las estructuras 

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Roberto Trad es el consultor contratado por el Frente. El 21 de mayo era un día especial para el grupo, pues conocerían el resultado del tracking después del segundo debate, realizado en Tijuana un día antes.

Convencidos de que Anaya había ganado el encuentro, la mesa de comando encabezada por Rubén Aguilar, Jorge Castañeda y Santiago Creel, entre otras figuras se topó con la realidad: AMLO 37.3%; Anaya 26.8% y Meade 13.2 puntos porcentuales. Un mes antes, el ejercicio arrojaba una diferencia similar entre el puntero y el segundo lugar: AMLO, 38.9% y Anaya 28.2 por ciento.

Fuentes de la campaña anayista entregaron el tracking completo, desde el 30 de abril hasta el 29 de mayo, y lo que puede apreciarse es tres líneas paralelas en las que AMLO mantiene una ventaja de entre 7 y 10 puntos sobre Anaya, y Anaya una ventaja sobre Meade entre 14 y 16 puntos.

La mejor medición para el Frente es la del 29 de mayo, en la que AMLO tiene 35% y Anaya 28%, que es la máxima reducción de la brecha entre el panista y el morenista en toda la serie.

Frente a esta coyuntura, la “mesa de comando” del Frente decidió emprender una campaña sin candidato, pero con voceros. La estrategia consiste en integrar células con cuatro personas (un representante de cada partido y uno de la organización AHORA).

Los más frecuentes en ese trabajo son Jesús Ortega, Alejandro Chanona, Rubén Aguilar (quien sin ser panista es el que acude por parte de este partido) y Alfredo Figueroa. Eventualmente, participan en ese trabajo Jorge Castañeda, coordinador estratégico; Emilio Álvarez Icaza, candidato al Senado, y Dante Delgado, líder de MC.

Estas células están por terminar un primer recorrido nacional, siguiendo una misma dinámica en cada entidad visitada: reuniones con los dirigentes estatales del PAN, PRD y MC; conversaciones con las estructuras partidistas y candidatos locales; reunión con el gobernador, en caso de que milite en alguno de los partidos del Frente, y posicionamientos en medios de comunicación locales.

Según fuentes del equipo anayista, su misión consiste en homologar el voto a candidatos locales y federales, evitando que se fuguen hacia Morena los apoyos que pueda tener algún candidato estatal bien posicionado.

Faltando 27 días para las elecciones, los estrategas del Frente pretenden dar una segunda vuelta a toda la República.

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